Capítulo 75: La batalla de ingenio de dos jóvenes

Gu Hai entró a la habitación y vio las dos camas individuales colocadas una al lado de la otra dentro del estrecho y pequeño cuarto, tenían sabanas y mantas idénticas, a primera vista, parecía que habían entrado a un dormitorio de dos personas.

“Ve, en primer lugar esta habitación ya es tan pequeña y al agregarle una cama más, ¡no queda espacio para nuestros pies!”

Gu Hai se sentó en su propia cama con expresión malhumorada, continuamente miraba a Bai Luoyin frente a él.

“Si no hay espacio para nuestros pasos, entonces ¿cómo llegaste ahí, volaste?”

Bai Luoyin ignoró al ansiosa mirada en el rostro de Gu Hai, se metió bajo su propia manta felizmente e intencionalmente dejó escapar un cómodo bostezo.

Capítulo 128: Lo admito, me equivoqué

Capítulo 74: Cómico Lao Bai

“Abuela, ¿qué sucede?”

La Abuela Bai estaba sentada en una silla plegable cosiendo un pequeño colchón revestido de algodón, mientras murmuraba para ella misma, “Quiero comer Pi Li Bao[1].”

Capítulo 127: Haciéndote perder la esperanza por completo

ADVERTENCIA: El capítulo incluye contenido restringido, solo apto para mayores de edad. Evita leerlo si no tienes la edad apropiada.

Capítulo 73: Da Hai persuade a Yin Zi

En la noche, después de que Bai Luoyin y Gu Hai regresaran a casa de la escuela, Bai Han Qi preparó una gran mesa llena de platillos.

Bai Luoyin rodeó la mesa, fue hasta Bai Han Qi y le preguntó, “¿Algo bueno pasó hoy? ¿Tía Zhou ya dejó el hospital? Ella aún no lo ha hecho, ¿cierto? Recuerdo que el doctor dijo que permanecería por ¡dos semanas!”

La cara de Bai Han Qi estaba radiante de felicidad, se había cambiado especialmente de ropa y estaba ahí de pie con un impresionante porte, la pregunta que le había hecho Bai Luoyin deliberadamente no la contestó, con cada paso que daba las suelas de sus zapatos producían un sonido de golpeteo, vívidamente retratando con gran detalle el dicho ‘deliberadamente poniendo un acento especial’.

“Papá, ¿por qué estás ebrio incluso antes de beber?”

Capítulo 126: Casi al final del límite

Capítulo 72: Bai Han Qi tiene buena suerte

“Señor Bai, el director de la fábrica lo está buscando.”

Bai Han Qi se quitó su cubre bocas, entonces entró a la oficina del director con una cansada y somnolienta postura.

“Lao Bai, entra, toma asiento.”

Capítulo 125: Lentamente comenzando a comprender el amor

ADVERTENCIA: El capítulo incluye contenido restringido, solo apto para mayores de edad. Evita leerlo si no tienes la edad apropiada.

Capítulo 71: Una noche silenciosa

En la noche, antes de dormir, Gu Hai le preguntó a Bai Luoyin, “¿Por qué el Tío no abre simplemente una tienda junto con Tía Zhou?”

“¿Por qué debería abrir una tienda con Tía Zhou?” respondió Bai Luoyin con otra pregunta.

Capítulo 124: Un encuentro casual en la calle

Capítulo 70: La conciencia de Gu Hai

Enseguida de que Jin Lulu pateara la silla y dejara el restaurante, el entorno cayó en un profundo silencio.

Después de que pasara mucho tiempo, Bai Luoyin preguntó enojado, “¿Por qué la hiciste enfadar?”

La oscura cara de Gu Hai se iluminó, “¿Por qué dices que la hice enfadar? ¿No viste lo descarada que fue? No hay necesidad de consentir ese mal hábito suyo, ¡solo hay que dejarla ir si es lo que quiere!”

“Ustedes dos son realmente...” Bai Luoyin se sintió desvalido, “¿Cómo lograron ustedes dos estar juntos en primer lugar?”

Capítulo 69: ¡Nadie puede pensar siquiera en tocarlo!

Temprano en la mañana, cuando Jin Lulu se despertó, encontró que la persona a su lado ya se había levantado. Ella entonces salió de la cama y buscó a Gu Hai en toda la habitación. Finalmente lo encontró en el balcón, sin hacer cuanto tiempo había sido para él, estando solo ahí de pie, mientras fumaba.

Jin Lulu bostezó con pereza, entonces se aceró a Gu Hai y lo abrazó desde atrás por la cintura.

“¿Por qué te levantaste tan temprano?”

Gu Hai murmuró suavemente, entonces apagó el cigarrillo que sostenía su mano.

Capítulo 68: Un sentimiento desagradable

En medio del peligroso enfrentamiento, una mano se extendió y sujetó el brazo de Gu Hai, cuyos nervios pulsaban furiosamente.

“Detente, es solo un celular, ¿cierto?”

La voz de Bai Luoyin era extremadamente neutra, no le tomó mucha fuerza bloquear la mano de Gu Hai, pero al ser confrontado en este tipo de situación de lento movimiento, permitió que los crueles y feroces pensamientos de Gu Hai se calmaran, su mano que estaba sujeto al hombro de Jin Lulu se fue relajando poco a poco.

“Gu Hai, ¡no eres humano!”

Gritó Jin Lulu y lo empujó. Pateó la puerta abierta y salió de la casa de huéspedes[1].

Capítulo 123: Calmémonos

Capítulo 122: Al final, sigue siendo demasiado tarde

Capítulo 67: Mátame si puedes

La primera vez que Bai Luoyin fue a la habitación rentada de Gu Hai, descubrió que esta se encontraba bastante ordenada, al menos más que su propio cuarto.

“¿Por qué tu celular descompuesto aún sigue aquí?” Bai Luoyin tomó el viejo teléfono que estaba sobre el alféizar de la ventana.

Mientras Gu Hai acomodaba sus cosas, abrió la boca sin pensar, “Olvidé tirarlo a la basura.”

Bai Luoyin salió de la casa de huéspedes. Fue a la casa de su tío abuelo para tomar unas pinzas y destornillador, entonces se sentó en un asiento hecho de roca y comenzó a trabajar. En menos de media hora, Bai Luoyin desarmó el teléfono y lo reparó, limpió la pantalla y entonces regresó a la habitación rentada para entregárselo a Gu Hai.

Capítulo 121: No puedes vencerme

Capítulo 66: No tan bueno como un perro

Antes de dormir, Bai Luoyin usó intencionalmente una manta para envolverse con fuerza, al igual que un capullo, con ambos lados del edredón sujetos bajo su cuerpo, sin dejar espacio para ningún hueco.

Justo como Bai Luoyin lo había esperado, Gu Hai extendió sus piernas y comenzó a explorar la manta que cubría su cuerpo, en busca de algún orificio por dónde meter su pierna. Sin embargo, era una lástima que Bai Luoyin se hubiese envuelto tan bien, haciendo que el duro esfuerzo de Gu Hai fuese inútil.

“¿Cómo puedes dormir así de incómodo? Ven, deja que el hermano te ayude a aflojar la manta un poco.” Gu Hai descaradamente se acercó aún más a Bai Luoyin.

Capítulo 65: ¿Crees que es posible?

Dentro de la habitación privada de un club nocturno de clase alta en Sanlitum, Gu Hai llevó a Bai Luoyin a ver a sus amigos, los cuales no había visto en muchos días.

“Este es mi nuevo amigo de la escuela, su nombre es Bai Luoyin.”

Zhou Si Hu rió felizmente mientras palmeaba el hombro de Bai Luoyin, “Hermano, ¡eres muy atractivo!”

Capítulo 120: El problema de esta vez

Capítulo 64: ¿Por qué me gustas tanto?

Después de dos días, el director del buró personalmente fue al hospital a visitar a la Tía Zhou.

“Señora, he venido a verla. Lamento muchísimo el asunto de hace un par de días, ya he regañado a aquellas personas, también les di una sanción, por favor ténganos consideración y perdónenos.”

Tía Zhou parpadeó en confusión, un pequeño puesto siendo destrozado era algo común, y sin embargo nunca había visto a un director disculpándose personalmente de esta forma.

Capítulo 63: El loco contraataque de Gu Hai

A las 10 pm en punto, Gu Hai invitó a tomar el té al Director del Departamento de administración urbana de la ciudad y aplicación de la ley.

“¿El comandante Gu ha estado bien de salud últimamente?”

Gu Hai respondió sin expresión, “Muy bien, ¿y usted?”

“¿Yo? Ah, también estoy bastante bien.”

“Puedo ver que no solo está físicamente saludable, sino que su condición psicológica también es muy buena.”

Capítulo 62: El puesto de Tía Zhou es destruido

Después de tomar el desayuno, los dos hombres se miraron el uno al otro, decidiendo de quién sería el turno para pagar la comida de hoy.

“Yo pago.” Bai Luoyin escarbó en su bolsillo, “¿Eh? Definitivamente puse algo de dinero ayer, ¿cómo es que no está aquí?”

“Si no quieres pagar, entonces solo dilo directamente.” Gu Hai respondió sarcásticamente, entonces se levantó y fue a pagar.

En realidad, había sido Gu Hai quien anoche secretamente había sacado el dinero de los bolsillos del pantalón de Bai Luoyin.

Capítulo 119: Angustia de medianoche

Capítulo 61: Pequeño Yin Zi y Pequeño Hai Zi

“Oye, he estado en tu casa por más de 10 días, pero ¿por qué nunca te he visto masturbarte?”

Capítulo 60: El corazón comienza a agitarse

Después de la cena, Gu Hai tomó la iniciativa de darle una sugerencia a Bai Luoyin.

“Tomemos un baño juntos, puedo ayudarte a frotar tu cuerpo, ya que tienes heridas, es mejor evitar cualquier contacto con el agua.”

Bai Luoyin se negó rotundamente, “¿Es que me pegué tan fuerte? Esto no me impide tomar un baño.”

Capítulo 59: Una vez más es perdonado

Después de terminar las clases, Bai Luoyin de inmediato salió del aula sin esperar a Gu Hai como de costumbre, era como si no estuviera allí. Con cuidado y calma bajó las escaleras, ni siquiera miro hacia atrás.

Gu Hai iba montado sobre su bicicleta, lentamente siguiéndolo desde atrás.

Capítulo 118: Un formidable oponente

Capítulo 117: El indecente comportamiento del joven maestro

Capítulo 58: ¡Desbordando celos!

“Cierto, aún no has dicho ¿por qué tu cara esta así?”

Bai Luoyin curvó los labios con renuencia, “Choqué contra el poste bajo el aro de baloncesto.”

Yang Meng estaba preocupado, pero también divertido. “Qué dem... cuando juegas básquet, simplemente juega, ¿por qué tienes que ir a tropezar contra un poste?”

Capitulo 57: ¡Alguien estalla en furia!

Bai Luoyin recibió de nuevo la pelota, además también estaba fuera de la línea de tres puntos.

Fei Zi Zi ya no pudo mantener la calma, si estos tres puntos tenían éxito, sería muy difícil para su equipo alcanzar su puntuación. Por lo tanto, sin retraso, este chico se dio a la carga e intentó, con locura, robar el balón de manos de Bai Luoyin. Las habilidades de Bai Luoyin eran inmensamente ágiles, mientras que el cuerpo de Fei Zi Zi era pesado, por lo que para él mismo soportar las muchas habilidades y trucos de Bai Luoyin lo hicieron estar mareado y confuso rápidamente.

Capítulo 116: El joven maestro está loco

Capítulo 56: Jugando un partido de baloncesto

La clase 27 estaba en medio de un emocionante juego de baloncesto.

Los chicos de la clase estaban divididos en dos equipos, cada uno liderado por Bai Luoyin y Gu Hai respectivamente, uno de ellos no le abría paso al otro, luchaban vigorosamente. Inicialmente, los compañeros de equipo le pasaron la pelota a Gu Hai y entonces este, al tomarla, fingió un movimiento después del cual llevó el balón tras su espalda en un pase simulado, para rápidamente aproximarse a la línea interior, un hermoso y seguro tiro ganó una ronda de aplausos.