Cuando regresó a la sala, Bai Luoyin seguía durmiendo profundamente. Gu Hai estaba a punto de interrogarlo pero se resistió. */Incluso si no estaba seriamente lastimado, incluso si era para asustarme, envolver su cuerpo en las vendas es incómodo. No puede estar actuando, ¿cierto?/* Se acostó nuevamente a su lado, movió su cuerpo y haciendo grandes movimientos, deliberadamente haciéndolo obvio para Bai Luoyin.
lunes, 31 de julio de 2017
domingo, 30 de julio de 2017
sábado, 29 de julio de 2017
Capitulo 244: Estoy muriendo
En este nublado desierto de Gobi, la inmensa tierra devastada se encontraba envuelta en una espesa capa de terror. De pronto se escuchó en el cielo un rugido como el de un trueno, y enseguida el extremo de una flama se abrió paso entre las nubes. Era el sonido de entrada para la ‘guerra’.
Esta es la única oportunidad en la que se reescribirá la historia de una violenta confrontación en el campo de batalla.
Esta es la única oportunidad en la que se reescribirá la historia de una violenta confrontación en el campo de batalla.
[La Corte] Capítulo 8.3
ADVERTENCIA: El capítulo incluye contenido restringido, solo apto para mayores de edad. Evita leerlo si no tienes la edad apropiada.
viernes, 28 de julio de 2017
Capitulo 243: Rompiendo los límites físicos
Supongo que hemos venido a acampar aquí... Pensó Bai Luoyin en secreto. Con Zhou Lingyun sacándolos para este entrenamiento, lo más probable era que quisiera que asumieran por completo la derrota. Siendo ese el caso, definitivamente él no les permitiría tener las facilidades del campo de entrenamiento en la base. Su intención original era agotar la agresión hasta el máximo para que así fuesen completamente obedientes a sus órdenes.
jueves, 27 de julio de 2017
[La Corte] Capítulo 8.2
En la tarde, Li Jia De llegó y vio a Wei Cai sentado en la cama. Su mano sujetaba un libro pero sus ojos estaban mirando fuera de la ventana.
Li Jia De llegó sonriendo, bajó la fruta en sus manos y le preguntó con preocupación. “¿Qué pasó? ¿en qué piensas que te quedaste ausente?”
Li Jia De llegó sonriendo, bajó la fruta en sus manos y le preguntó con preocupación. “¿Qué pasó? ¿en qué piensas que te quedaste ausente?”
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