Capítulo 123: Calmémonos

Shi Hui aún no despertaba mientras que Bai Luoyin no durmió durante toda la noche; ahora mismo ya tenía hambre. Planeó salir primero para ir a desayunar algo y más tarde volver para despertarla.

Al abrir la puerta, Bai Luoyin se quedó perplejo.

El piso estaba cubierto con colillas de cigarros, y además había una persona recargada y de cuclillas en una esquina, la cual reaccionó al instante.

El rostro de Gu Hai poseía una ligera sombra verde azulada, y estando así sin rasurar, él se paró frente a Bai Luoyin. Aunque sus ojos parecían faltos de energía, tenían determinación.

“¿Despertaste?”

Bai Luoyin asintió estupefacto.

Siete días habían pasado sin verse. Aunque Gu Hai no había tomado la iniciativa de contactarlo, la dolorosa agonía de perderle había penetrado en cada órgano de su cuerpo. En este instante en que lo vio, sin importar si Bai Luoyin lo había perdonado o no, de inmediato lo rodeó en un fuerte abrazo.

“Vuelve a casa.” dijo Gu Hai.

Bai Luoyin no habló, su cuerpo estaba tenso e incluso más frío que Gu Hai, quien se había quedado afuera toda la noche.

“Empacaré tus cosas por ti.”

De pronto Bai Luoyin extendió su brazo y le detuvo junto a la puerta.

Gu Hai sonrió gentilmente y usó su mano para pellizcarle por un instante la mejilla.

“¿Aún estás enojado conmigo? ¿No me puedes dar una sonrisa después de verme pasar aquí toda la noche?”

La mente de Bai Luoyin era un espacio vacío.

Gu Hai pudo sentir que su expresión era un poco extraña pero pensó que quizás aún seguía enojado con él; eso hasta que escuchó una vaga voz atravesando la habitación.

"Bai Luoyin."

Shi Hui despertó. Se dio cuenta de que Bai Luoyin ya no estaba ahí y al notar que la puerta estaba abierta, no pudo evitar llamarlo.

La cara de Gu Hai cambió de color. Miró a Bai Luoyin, y entonces dio una patada para abrir por completo la puerta.

Shi Hui se había sentado en la cama, usando la cobija para cubrir su pecho mientras que sus brazos y hombros seguían expuestos, al igual que su radiante y clara piel de la espalda. Pero al darse cuenta de que había un extraño justo al otro lado de la puerta de la recámara, el pánico fue evidente en su expresión ya que con prisa tiró de la manta y se acostó nuevamente.

Los ojos de Gu Hai lentamente pasaron de la habitación a la cara de Bai Luoyin.

La tranquilidad en ese instante haría a cualquiera temblar de miedo.

Después de largo tiempo, Gu Hai dijo débilmente, “A media noche, finalmente descubrí tu ubicación. Cuando vine, las luces ya estaban apagadas. Tenía miedo de molestar tu sueño así que me quedé esperando afuera.”

Cuando Bai Luoyin finalmente abrió la boca, los sonidos de su voz eran frágiles y se quebraban.

“Entonces, ¿por qué no tocaste el timbre?”

“Temía que el ruido alterara tu sueño.”

“Entonces, ¿por qué no te fuiste para volver más tarde?”

“Temía que al regresar en la mañana ya te hubieras ido.”

Bai Luoyin permaneció en silencio.

Gu Hai se dio la vuelta y comenzó a alejarse.

Bai Luoyin, sin pensarlo, abruptamente dio varias zancadas y fue tras él; le sujetó del brazo.

Gu Hai giró la cabeza, le miró con hostilidad.

“Bai Luoyin, te sugiero que esta vez me dejes ir. No quiero maldecirte ni golpearte. Si no quieres que sufra más, entonces por favor haz tu mano a un lado.”

En el momento en que su mano lo soltó, el corazón de Bai Luoyin entró en gran desesperación.

Cuando regresó a la habitación, Shi Hui ya había terminado de vestirse y se había sentado en la esquina de la cama, esperándolo. Al verlo entrar, no pudo evitar preguntar, “¿La persona que vino  hace un momento era Gu Hai?”

Bai Luoyin asintió y sacó su equipaje. Shi Hui lo siguió de cerca.

Notó que Bai Luoyin no estaba de muy buen humor, y la razón de esto sin duda era debido a Gu Hai. En cuanto a lo que acababa de pasar, pudo adivinarlo levemente.

Después de salir del hotel, Bai Luoyin se dio la vuelta para mirarla y dijo, “Llama a un taxi para que vuelvas a casa.”

“Quiero acompañarte un poco más.” dijo Shi Hui, buscando si Bai Luoyin pudiera tener alguna objeción.

Él no tuvo alguna. Para ser más precisos, en ese momento, si Shi Hui lo seguía o no, no le importaba.

Shi Hui notó que Bai Luoyin no dijo nada, así que lo tomó como si hubiera aprobado tácitamente su petición; ella estaba encantada de poder estar a su lado.

Los dos caminaron durante largo tiempo, ninguno habló. Con el fin de deshacerse de esta incómoda situación, Shi Hui le preguntó tentativamente, “¿Será posible que a Gu Hai realmente no le gusto?”

Bai Luoyin respondió débilmente, “No, es solo que está molesto conmigo, eso es todo.”

Shi Hui suspiró, “No sé cómo son las cosas entre ustedes, sin embargo creo que deberían perdonarse entre ustedes, de esa forma cualquier malentendido puede ser resuelto. Y tú, eres demasiado retraído, siempre guardas todos tus sentimientos y problemas en tu corazón. Si pudieras abrirte un poco, creo que podrías tener mucho más de lo que tienes ahora.”

En realidad, Bai Luoyin no escuchó ni una sola palabra de lo que dijo. Su corazón estaba tranquilo, tanto que solo podía escuchar sutiles y minúsculos sonidos.

De pronto giró la cabeza y dos figuras cubiertas en verde militar desaparecieron al final de la calle.

“¿Qué pasa?” preguntó Shi Hui.

Bai Luoyin respondió lánguidamente, “Nada.”

Siguieron caminando hasta alcanzar un callejón, mientras que los extraños pasos tras él seguían rondando sus oídos.

Shi Hui se detuvo, sonrió y dijo, “Voy a regresar a casa ahora, descansa.”

Bai Luoyin levantó su mano y llamó un taxi para ella.

“Cuando regreses no te olvides de tomar medicina,” le indicó Bai Luoyin.

Shi Hui sonrió y asintió, entonces dijo, “Vendré a buscarte temprano en la mañana.”

Bai Luoyin no escuchó lo que ella dijo. Una vez que el coche se marchó, sus ojos se movieron de un lado a otro a su alrededor, sin embargo, no logró ver de nuevo las figuras sospechosas de antes. Especuló vagamente que quizás ya que no había dormido toda la noche el cansancio le estaba haciendo enloquecer y alucinar. Pensó en ello, entró al callejón y se dirigió a la puerta de su casa.

*  *  *

Finalmente, al día siguiente, un incidente ocurrió.

Shi Hui temía que Bai Luoyin se hubiera olvidado de su acuerdo por lo que le envió un mensaje como recordatorio. Bai Luoyin, por otra parte, simplemente no vio dicho mensaje; su cansado y consumido espíritu, junto con el suceso de la noche anterior, le habían agotado a tal grado que rápidamente se quedó dormido. Durmió profundamente hasta temprano de la mañana siguiente, cuando una llamada telefónica lo despertó.

“¿Bueno?”

Solo pudo percibir ruidos y varias voces entremezcladas al otro lado del teléfono. Bai Luoyin escuchó levemente la voz de Shi Hui, sin embargo, era muy vaga. Él habló de nuevo pero siguió sin recibir respuesta, entonces pensó que quizás ella había presionado accidentalmente el botón de llamada, sin embargo, de pronto escuchó la explosiva voz de un hombre maldiciendo. Con lo que, la persona de inmediato colgó.

Bai Luoyin se despertó por completo.

Revisó los mensajes en su teléfono y descubrió que el último fue el que le había mandado Shi Hui ese mismo día a las siete de la manaña. Ella dijo, 'Ya estoy en el callejón de tu casa, sal.'

Miró sus mensajes anteriores y encontró que anoche ella también le había enviado otro mensaje, recordándole que iría temprano en la mañana.

Bai Luoyin miró su reloj, ya eran las siete y media.

Marcó el número de Shi Hui otra vez, pero al final, no conectó la llamada.

De pronto recordó aquellas sombras furtivas que los siguieron ayer.

Rápidamente se vistió y se apresuró a salir sin siquiera lavarse la cara.

La neblina de la mañana era muy densa, tanto que no podía ver figura alguna más allá de tres metros. Fue de un callejón a otro y siguió sin encontrar a Shi Hui. Se puso un poco nervioso, gritó varias veces pero siguió sin escuchar respuesta. Un escalofrío asaltó su corazón, sus pasos se apresuraron mientras buscaba en cada esquina hasta que finalmente escuchó el característico sonido de un grito.

Siguiendo la voz, en poco tiempo descubrió no muy lejos las figuras de tres personas. La escena frente a él hizo que toda la sangre de su cuerpo se congelara. Shi Hui había sido empujada en una esquina; su cabello estaba desordenado y su ropa estaba tan rota al punto en que solo unas pocas piezas se mantenían sujetas. Los dos hombres enmascarados, vestidos de negro, estaban prácticamente sobre ella. Le lanzaban insultos y amenazas mientras realizaban comportamientos obscenos; ella se resistió pero entonces uno de los hombres le pateó en el estómago.

Bai Luoyin se lanzó y locamente luchó contra los dos sujetos. Durante la lucha, Bai Luoyin notó que aquellos hombres apenas y ponían sus manos sobre él; claramente su objetivo era Shi Hui. Incluso cuando les había pateado muchas veces, los dos lo soportaron en silencio. Sus crueles y feroces manos se estiraban hacia Shi Hui.

Bai Luoyin tomó una de las muñecas del hombre e intentó darle una patada en la entrepierna, pero como resultado del forcejeo, el puño de la manga negra del hombre había expuesto una camiseta verde hierba.

Además del personal militar, nadie más suele usar camisetas en este tipo de tela con este tipo de color verde.

Bai Luoyin de pronto recordó la mirada que le había dado Gu Hai antes de marcharse.

'Si yo, Gu Hai, fuera a ser cruel, estarías aterrado el resto de tu vida.'

Quizás, lo que los ojos perciben no es necesariamente la verdad.

*  *  *

Gu Hai pensó durante toda la noche; además de esta excusa, no había otra razón que le hiciera soportar por veinticuatro horas completas. Se había dado cuenta de que, más allá de sospechar y lidiar con el miedo de ser traicionado, sería mejor escoger la verdad, incluso si tenía que pretender ser ingenuo. Shi Hui era la única acostada en la cama, mientras que Bai Luoyin estaba completamente vestido. Quizás, esta chica tomó ventaja de la situación. Ella sabía que él podría ir, así que intencionalmente fabricó la escena. Quizás, de principio a fin, Bai Luoyin ni siquiera se había acostado en la cama.

Incluso habiendo dos almohadas en la cama, era evidente que la cabeza de Bai Luoyin había dejado una huella de presión en ella.

Pero no podía pensar de esta forma porque si lo hacía perdería. En definitiva, ¡nunca permitiría este que este tipo de resultado surgiera!

Por lo tanto, Gu Hai decidió que iría a buscar a Bai Luoyin, y le contaría todo abiertamente. No podía darle a esa chica ni la más ligera oportunidad, ella no se merecía a Bai Luoyin. Además, no soportaba la idea de dejarlo ir.

La voluntad de luchar volvió a encender su alma. Gu Hai fue al baño para lavarse la cara cuando escuchó el sonido del timbre. Frotó sus manos en su rostro un par de veces y entonces fue a abrir la puerta.

La persona parada al otro lado de la puerta era Bai Luoyin.

En ese momento, la felicidad brotó en su corazón. Si Bai Luoyin estaba dispuesto a iniciar una explicación, no tendría por qué poner una expresión engreída.

“¿Quién te dijo que podías volver?”

El tono que usó era broma, como si nada hubiera pasado, muy distinto a como se había marchado el día anterior.

Inicialmente, al estar parado afuera de la puerta, en su corazón, Bai Luoyin le exoneró de culpa, sin embargo, al ver su actual expresión esto lo hizo todo bastante obvio. Era tan obvio que ya no pudo encontrar razón alguna para estar de su lado.

“Aquellos eran tu gente, ¿verdad?”

La expresión de Gu Hai era de desconcierto, "¿Qué gente?"

Súbitamente, Bai Luoyin entró a la habitación, y con violencia le empujó contra la pared. Una fiera mirada cruzó atravesó los ojos de Gu Hai.

“¿Fue tu gente la que nos siguió, verdad? ¿Fue tu gente la que intentó violar a Shi Hui, verdad? ”

Gu Hai también se alteró, “¿Cuando hice que alguien intentara violarla?”

La cara de Bai Luoyin estaba sin expresión cuando dijo, “Gu Hai, eres tan cruel.”

Gu Hai de pronto se dio cuenta; solo ahora entendió lo que Shi Hui quiso decir cuando le dijo: No puedes vencerme.

“Gu Hai, realmente no eres una persona normal. Me acabas de hacer verte con una nueva luz.”

La gran mano de Gu Hai aferró el cuello de Bai Luoyin y preguntó tranquilamente, “¿Crees que yo lo hice?”

Los ojos de Bai Luoyin no se enfocaban en nada.

“Te pregunté, ¿crees que yo lo hice, verdad?” bramó con furia.

Bai Luoyin siguió sin responder.

Gu Hai sujetó con fuerza el cuello de Bai Luoyin hasta que el rostro de este se volvió purpura y la respiración fue errática; aquel par de firmes y tercos ojos permanecieron inquebrantables

El corazón de Gu Hai se volvió completamente frío.

“¿Viniste a buscar venganza? Entonces será mejor que golpees lo hagas rápido, toma ventaja de que estoy reacio a luchar. Dirige hacia mí ese montón de agravios que ella recibió.”

el tenso cuerpo de Bai Luoyin siguió inmóvil.

“¿No aprecias esta oportunidad, eh? Entonces te lo diré ahora. Desde hoy, Bai Luoyin, para mi eres justo como cualquier otra persona. Si quieres golpearme o maldecirme, todo será pura fantasía. Antes, te dejé hacer todo lo que quisieras, no porque fuera un cobarde sino porque te amaba. Ahora, me he dado cuenta de que tú no vales la pena.”

“Lárgate,” dijo Gu Hai con indiferencia.

Las rígidas piernas de Bai Luoyin se dirigieron hacia la puerta. Cada paso rasgaba los oídos de Gu Hai y destrozaba con firmeza su corazón.

“Bai Luoyin, recuerdalo, fui yo, Gu Hai, quien te permitió irte. Desde ahora, ¡no hay nada entre nosotros! Espera hasta que te des cuenta de la verdad, incluso si lloras y te arrodillas, yo, Gu Hai, ¡ni siquiera te daré una sola mirada!”

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Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: sae-han01 @ Wattpad / Tumblr