miércoles, 9 de febrero de 2022

[Exilio] Capítulo 17: “¿Por qué estabas decepcionada?”

329 siente terror… porque le cree.

Yasha no está mintiendo. Ella tiene la fuerza y capacidad para expresar su sinceridad. Ella le lanza directamente un ardiente corazón, quemando este congelado cadáver hasta el punto del dolor. 329 no puede evitar estremecerse, y sin embargo, no puede soportar la fuente del calor. Ha perdido el momento en que Yasha dice las palabras. Sus dudas internas han encontrado respuestas y excusas. Cada impulso le insta: cree en ella, cree en ella, no te preocupes por los detalles.

Lo aterrador es que quiere creer en ella.

329 no sabe si es amor. No tiene precedente alguno con el que comparar, nadie a quien preguntar. ¿Ella le ama? Quizás solo es solo una retorcida determinación y una falta de voluntad para dejar ir, una que a ella le cambio la vida y se abrió paso en su alma. Pero si esta determinación persiste, no es muy distinta a un juramento eterno. ¿Él la ama? Quizás solo se está agarrándose a un clavo ardiendo, confundiendo dependencia por amor, perdido en su propia ilusión. Pero el curso de su vida ya está marcado; Yasha no le dejará ir, y él no puede encontrar el deseo de irse. En ese caso, la dependencia no se comporta de forma distinta al amor.

Solo queda una pregunta, una que le ha atormentado todo este tiempo, una que sigue sin recibir respuesta.

La pregunta deambula por su garganta como un fantasma. Si la escupe, podría traer la perdición; si la traga, le perseguirá durante cien años. Yasha nunca me ha mentido, se dice 329. Otro pensamiento brota: ella es solo cosas ocultas. Ella solo necesita esconder las cosas. 329 suspira profundamente, cierra los ojos con fuerza y abre la boca.

—Cuando te diste cuenta de que te amaba, ¿por qué estabas decepcionada? —pregunta.

Yasha parpadea, sus labios se abren ligeramente como si estuviera atónita por esta pregunta. Desafortunadamente, 329 le conoce muy bien. Él ve un toque de aprehensión bajo la sorpresa. Ella no está sorprendida por la pregunta en sí; ella está sorprendida que él siga dándole importancia a esta pregunta.

—No estaba decepcionada —dice torpemente tras dudar brevemente.

329 le observa.

—¡Es verdad que no estaba decepcionada! —insiste Yasha—. Es solo que no lo esperaba… su primera impresión de mi difícilmente puede ser llamada ideal, y mi trato hacia su persona ha sido deficiente en muchos aspectos. Realmente no esperaba que se enamorase de mi.

Es la verdad. Al menos, es parte de la verdad. Es también uno de los puntos de incertidumbre de 329. La obsesión de Yasha por él la ha impulsado la mitad de su vida. Así pues, ¿por qué ella no planeo un mejor encuentro primer encuentro entre ambos? Ella pudo haber descendido de los cielos como una salvadora y tocar como a un violín al amnésico 329. «¿Le importaría tener relaciones sexuales conmigo?» difícilmente es la línea ideal para un encuentro.

—No planeaba conocerle por primera vez bajo tales circunstancias —dice ella, avergonzada, sus mejillas sonrojadas—. Pero no lo pude resistir. Estaba usted tan cerca de mí y a la vez tan lejos. ¿Cómo podría resistir? No fue un buen inicio. Quiero un nuevo inicio. Quiero darle el mejor inicio posible.

329 se estremece repentinamente, un escalofrío le recorre por la espina hasta el cuello.

—Quería darnos un nuevo primer encuentro. Eliminar tanto su sufrimiento anterior siendo un exiliado así como mi presuntuosa intrusión.

“Si tu cuerpo no cambia y no recuerdas nada, eliminas el registro de la simulación, y nadie más lo sabe, ¿es diferente a que nunca existió tal cosa?”

329 entiende ahora.

Ahora tiene sentido la extraña expresión de Yasha en aquel momento. Estaba sorprendida de que él fuese y se enamorase de ella por iniciativa propia. Contrariada de que las cosas no iban de acuerdo a su plan. Dudosa sobre si debía continuar con el plan y borrar sus recuerdos… ella no quería sacrificar este “archivo guardado” donde él ya se ha enamorado de ella. Vaya lástima. Vaya desperdicio. Incluso si nada de eso era remotamente óptimo.

Sin pensar, 329 empuja a Yasha quitándosela de encima. Retrocede deprisa sin detenerse incluso cuando golpea contra la cabecera de la cama, como si aún hubiese espacio detrás de él donde pudiese esconderse. Su espalda presiona contra la pared, su estomago está helado. Un terror insondable se apodera de su garganta; quiere gritar pero ningún sonido sale de él.

Había pensado que no tenía nada y que lo peor que podía pasarle era la muerte, pero un plebeyo ignorante no podría esperar adivinar los juegos de los poderosos. Ellos eliminaron a Edén pero Yasha también puede eliminar a 329… y ya lo habría hecho si no hubiese descubierto su inoportuno amor. En otro mundo, donde el inconveniente no ocurrió, ¿cómo sería ahora? ¿seguiría existiendo 329? Cuando Yasha ganase, cuando ella amorosamente eliminase el sufrimiento de aquellos años, 329 ya no existiría, mientras que Edén quedaría más allá de la recuperación…

¿Qué quedaría entonces dentro de este destrozado cuerpo?

¿Quién sería él?

—No, no, no, no, no, no lo hagas —dice él.

No me hagas esto, puedes matarme, puedes dejarme, pero no toques de nuevo mi cerebro, piensa… y entonces se da cuenta, incluso si Yasha vuelve a tocar sus recuerdos, él nunca lo sabrá. Cuando Yasha intenta alcanzarlo, él le aparta la mano, gritando histéricamente.

La próxima-a-ser-reina abre los ojos de par en par, su mirada de ojos verdes está llena de sorpresa y dolor, como si no entendiera por qué su mascota de pronto está haciendo un berrinche. Extiende las manos a forma de persuasión, arrodillada sobre la cama, ofreciendo explicaciones y consuelo.

—¡No le lastimaré! No le lastimaré en absoluto, son solo los horribles recuerdos de esos dos años…

»No eliminaré nada importante, solo las cosas que le lastimaron…

»No lo haré, ese era solo el plan original pero ya ha sido descartado. Si no quiere que lo haga entonces no lo haré…

Ella no entiende nada.

—¿Y qué pasará la próxima vez que quieras hacerlo? —pregunta 329. Yasha abre la boca para hablar pero 329 ha anticipado ya sus vanas promesas. No quiere escucharlas—. ¿Qué pasará la próxima vez que decidas que tu desempeño no ha alcanzado la perfección? ¿La próxima vez que creas que estoy insatisfecho y quieras hacerlo mejor? ¿Vas a volver a cargar e intentar una vez más? —dice con dureza.

En medio del miedo arde la furia. Los ojos azules se encuentran con los ojos verdes, ya no más retrocediendo sino enérgico e intimidante.

—Al final, ¿qué soy para ti? ¿un juego? ¿Qué de diferente soy a tus simulaciones? ¿Vas a guardar los datos por cada opción de dialogo que elijas? Y una vez que hayas terminado de guardar, ¿tendrás alguna razón para mantenerme cerca? —329 demanda, Edén demanda.

—¡No es así! —dice Yasha, aturdida—. Es irremplazable…

—Soy irremplazable —él se ríe—. ¿Me ves como un ser humano? ¿O es que para ti los seres humanos se pueden reescribir a tu antojo? No eres distinta a tu padre.

Algo surge en su corazón, como ceniza quemada y astillas vueltas a encender, como el último destello de una luciérnaga moribunda. La ira puede hacer rugir la sangre, puede hacer que los muertos vuelvan a la vida. Él retrocederá, se comprometerá, pero cuando no tenga lugar alguno para escapar, se incorporará y se enfrentará ante la muerte. Yasha se queda muda ante el interrogatorio. Edén siente un abrasador y doloroso sentido de liberación, como una polilla apagando la llama de una vela con su propio cuerpo.

—No es así… —insiste Yasha débilmente.

—Lo es —dice Edén con frialdad—. Le odiaste porque tocó tu propiedad pero jamás te opusiste realmente. Tu mayor dolor fue simplemente querer lo que no podías tener. No sabes… no sabes cuánto tememos nosotros los simples mortales a ser vulnerables e indefensos.

Yasha ve las lágrimas de Edén.

Ve lágrimas calientes y coraje, ve frialdad y furia, ve cómo el terror y la desesperación brotan como lava caliente. De pronto, Yasha se da cuenta que el llamado a levantarse en armas del Comandante no nació de romántico idealismo heroico, y que aquellos que respondieron no se sintieron animados por algún falso sentido de sus propias capacidades. Fueron valientes porque tenían miedo. Eran personas que simplemente se encontraron de espaldas contra la pared y se negaron a morir en silencio.

—¡No! ¡Lo sé! —insiste ella—. ¡Lo sé! Es solo que, es solo…

Ella sabe lo que se siente ser vulnerable e indefenso. Sabe lo aterrador que es ser apreciado. Fue aquel descubrimiento lo que la despertó de sus dulces sueños, y por ellos, subió a la cima más alta, creyendo que en tanto ella estuviese al mando, no tendría por qué temer ser traicionada o herida. Pero jamás se preguntó cómo su querido y apreciado Edén, el Edén que es completamente consciente de lo que significa ser apreciado, no debería de tener miedo.

Yasha parece como si hubiese recibido una bofetada, los ojos bien abiertos y la lengua trabajada, sus ojos también llenos con lágrimas. Edén no sabe si las lágrimas son por urgencia o triste descubrimiento… ¿puede él esperar que sea lo segundo? De frente ante esos ojos, la ira no puede continuar, dejando solo una espesa neblina de agotamiento e impotencia. Tal y como él piensa que fue cuando se conocieron, la joven alfa no tenía malas intenciones. Ela avanzó con la cabeza en alto, corriendo hacia la flor en la cima de la montaña, incapaz de comprender la angustia de la hierba pisoteada bajo sus pies.

¿Cómo le haces entender a un dios el sufrimiento de los mortales comunes?

—¿Mañana seguiré recordando? —dice Edén con cansancio—. ¿Recordaré lo que te pregunté?

—¡Sí! —dice Yasha con urgencia—. No tocaré sus recuerdos, lo juro…

—No te creo —dice Edén.

*

Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: Selstarry

Comentario personal: Seré sádica o qué se yo pero este capítulo es de mis favoritos.
La primera vez que lo leí sentí horror y pesar por el pobre 329. No hay nada que detenga a Yasha y su obsesión, tiene el poder y la falta de escrúpulos para hacer lo que le dé en gana.
No sé si aquellos que sigan esta novela habrán leído otra de mis traducciones anteriores donde se toca el tema de la memoria… ¡no saben cuánto me la recordó! Fue como deja vu… Así, uno “reseteando” a sus “amados” por una feliz vida conyugal.

Por otra parte… otro momento de mis preferidos es cuando la narración cambia de nombrar “329” a “Edén”. *^*! *aquí yo con lágrimas de un algo que no sé que es*.

Como sea. Un capítulo más y terminamos.
¿Qué será de 329 y Yasha? ¿Tendrán final “feliz”?  ¿o habrá tragedia?
¿329 tomará medidas drásticas y definitivas? ¿o antes de eso terminará siendo reseteado a unos recuerdos vacios y un futuro feliz? ¿o así con todo se resignará a su destino?
¿Qué hará Yasha? ¿será paciente o recurrirá a la fuerza?
Ya veremos, ya veremos.

Por sus lecturas, visitas y/o comentarios. Gracias y hasta la próxima~

2 comentarios:

  1. Recuerdo esa otra traducción que no terminé (pero que ahora retomaré) y recuerdo esa parte de la memoria, de la pérdida de memoria, la angustia. Es una cosa tan vital sin embargo la damos por hecho.

    También aprecié esa parte donde 329 vuelve a su nombre, en la narración, es como dotarlo de vida nuevamente, aunque ya no sea el mismo hombre que solía ser.

    Qué emoción! Ya casi termino.

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  2. Oh, y esas líneas sobre la flor y la hierba me parecieron muy bonitas y precisas.

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