domingo, 19 de diciembre de 2021

[Exilio] Capítulo 6: Cena

329 levanta la mirada y observa el ambiente del comedor; no es que crea que realmente podría escapar si algo saliese mal. El lugar es bastante espacioso, el camarero tiene una postura firme y ofrece sonrisas idénticas. El salón principal es un resplandor de luz de lámparas. Por cuanto puede ver, ellos son los únicos invitados. Yasha le lleva directamente a la mesa en el centro del salón. En el momento en que se sientan, un camarero, repleto de sonrisas cordiales, aparece para saludarles al tiempo que les entrega el menú.

—¿Qué le gustaría ordenar? —pregunta Yasha—. Le recomiendo el cangrejo ligeramente naranja. Es la especialidad del chef en este lugar.

La mesa solo tiene dos sillas; ambos están sentados uno frente al otro. Parece que nadie más llegará. La chica mira seriamente a 329; él no tiene más opción que bajar la mirada para leer el menú. El menú está escrito con caligrafía cursiva increíblemente florida. No puede entender nada.

—¿Se pueden comer cangrejos ligeramente naranja? —pregunta.

Las criaturas mutantes tienen exoesqueletos duros y gruesos. Además, desde el caparazón hasta la carne interior, el contenido de radiación que poseen es horroroso. Los cazadores las odian. Las criaturas forman grupos, pueden saltar cinco metros de altura y ni siquiera tienen alguna parte rentable por extraer.

—Mientras sea procesada apropiadamente, sí —dice Yasha, asintiendo hacia el mesero, el cual hace una inclinación respetuosa, da dos pasos hacia atrás y se retira ágilmente.

Ella comienza a hablar sobre el procedimiento para procesar los cangrejos ligeramente naranja, desde la eliminación mecánica del caparazón hasta los repetidos tratamientos de separación para la carne del cangrejo. Su conversación fluye sin problemas, refinada pero divertida; está a la altura del papel de anfitriona. Y sin embargo, la conversación tiene un sabor meticulosamente pulido, distinto a cómo ella habla normalmente. 329 no sabe si hay una razón detrás de ello o si todas las personas de la clase alta son así ante la mesa. Y entonces recuerda que él realmente no sabe cómo es Yasha “normalmente”. Ellos no se conocen tan bien.

Los meseros llevan sobre ruedas una fuente tan enorme que hace falta dos personas para colocarla sobre la mesa. Cuando la tapa es retirada, se extiende en el aire un ligero aroma. Un cangrejo ligeramente naranja del tamaño de un coche, después del tratamiento adecuado, ha quedado reducido a un pequeño plato de carne transparente, acompañado a su alrededor de unas cuantas extremidades laterales del grosor de unas cañas de bambú. Yasha toma el cuchillo y el mazo de la mesa, desmembrando eficientemente una pierna y colocando la carne en el plato de 329.

—¡Buen provecho! —dice Yasha.

La chica no hace movimientos de comer. Después extraer la carne de cangrejo, se limpia las manos y se queda ahí sentada mirándole. 329 se rinde en intentar adivinar los motivos de los ricos y poderosos. Toma un tenedor, empala toda la tira de carne de cangrejo y se la mete en la boca.

Hoy apenas y ha comido; está tan hambriento como para comer lo que sea que tenga enfrente. Rápidamente engulle y de inmediato tiene la sensación de haber profanado una delicia. Los cangrejos ligeramente naranja, mismos que ni siquiera los indigentes se atreven a comer, después del tratamiento se han vuelto tiernos y de buen sabor. Son deliciosos.

—Sabe bien, ¿no es así? —dice Yasha felizmente—. ¡También me encantan! Siempre dejo espacio en la bodega de carga para los cangrejos ligeramente naranja. Los aviones no tripulados tienen maquinaria para procesar la carne. Algunas veces, los traigo directamente y los cocino yo misma. ¡La próxima vez puedo preparárselos!

329 levanta la mirada mientras mastica. Y como si ella sintiera lo que él no dice, Yasha le da una pequeña sonrisa.

—No es algo muy alfa de mi parte, ¿verdad?

De inmediato 329 niega con la cabeza. Necesita negarlo en voz alta pero su boca está llena; Yasha ha estado pelando más cangrejo por él, mezclando la solida carne del interior de la pierna con la traslúcido y suave del torso, alternativamente sumergiéndola en salsa o untándola sobre una tostada, a la vez que coloca amorosamente cada una frente a él. Yasha agita una mano, indicando que debe seguir comiendo.

—Eso está perfectamente bien. ¡Difícilmente es el único que piensa así!

Se vuelve a limpiar las manos. En un momento dado ya ha pasado por todas las piernas. Se reclina hacia atrás contra la silla, se sirve un poco más de carne de cangrejo y comienza a hablar de nuevo.

—Mamá cree que debería cortarme el cabello. Ha sido un año desde que me presenté; los alfas no deben tener el cabello así de largo. Pero a mí me gusta mi cabello; de ninguna manera me lo voy a cortar —Yasha hace una mueca, retuerce un mechón de cabello entre sus dedos—. Soy la menor en mi familia. Tengo cuatro hermanos y hermanas mayores, un beta y tres alfas. Todos creyeron que sería un omega… y aun así habrían estado bien con ello. Ya hay en la familia los suficientes herederos potenciales. Papá no quería pasar por la molestia de criar a otro más, o quizás estaba siendo considerado con Mamá, de cualquier manera, le permitió a mamá encargarse de mi educación. Mamá fue la única que me crió. Papá es un terror para mis hermanos mayores pero conmigo está feliz de hacer la vista gorda. Tengo mucha suerte.

Después de comer tres piernas, el estomago de 329 finalmente deja de arder. Comió demasiado rápido, le da hipo. Yasha de inmediato le sirve una bebida y se la entrega.

—Por favor, espere, la sopa llegará pronto —dice ella.

329 no vio cuándo pidió lo demás pero plato tras plato comienzan a llegar de a dos y de a tres, siempre en el momento más adecuado. Ella se mueve rápidamente, comiendo y ayudando a 329 con la comida que él nunca antes había visto, incluye conversación en cada oportunidad y de alguna forma  logra al mismo tiempo mantener unos modales perfectos. Todo el tiempo ella le mira, su mirada es intensa. Le hace sentir una ligera intranquilidad; él oscila entre sospechar alguna secreta interferencia con la comida que ella le entrega y la posibilidad de que a mitad de la cena ella lo follará ahí en donde está sentado. Solo después de media hora de una comida sin incidentes, 329 se da cuenta de que aquella mirada penetrante no tiene que ver precisamente con deseo sexual. Es más parecida a la de un infante tirando migas de pan en la plaza, estirando el cuello para ver a las palomas comer.

De cualquier forma, esta paloma está comiendo bastante bien esta noche.

La mayoría de los platillos son asombrosamente deliciosos, o quizás, extremadamente adecuados a su gusto, platillos que antes de comer ni siquiera se había dado cuenta de que le gustaban. Una sopa tiene un profundo sabor familiar, es reconfortante. El alcohol en la sopa dulce le brinda calor en todo el cuerpo, regresándole la sensación a las manos y los pies, llenando su cabeza con acuoso desconcierto. Yasha sigue hablando pero lentamente va perdiendo el majestuoso refinamiento de un anfitrión, incluso va disminuyendo la sensación de un hilo principal, pasando de un tema a otro, como un ordinario chiquillo parlanchín; del tipo que te lleva a quedar medio muerto.

Y algunas veces, solo necesitas hablar.

—Soy… hijo único —dice 329 en voz baja—. Mi mamá murió muy joven. Mi papá fue cazador por más de una década. Él se puso muy enfermo. En ese entonces yo era demasiado chico como para ir a cazar por mi cuenta, así que lavaba la ropa protectora de los demás cazadores.

Después de abrir la boca, se arrepiente casi de inmediato. No tiene sentido decir esto, no es necesario. 329 espera ser interrumpido, espera que sus impulsivas palabras sean ahogadas en aquella brillante y clara voz. Pero en el momento en que su boca se abre, la de Yasha calla. Ella escucha con toda su atención, inclinada hacia el frente.

—Eso suena bastante peligroso —dice ella, y tras el continuo silencio de 329 agrega—. Ese polvo y radiación.

—No era tan peligroso como lo que pasaban los cazadores —dice 329, negando con la cabeza—. Con el tiempo, la mayoría de los cazadores murieron en la zona de radiación e incluso aquellos que sobrevivieron raramente escaparon del envenenamiento por radiación.

—Pero algunos de ellos solo se volvieron más fuertes. Parece un milagro —dice ella.

—Solo un pequeño número de personas afortunadas son inmunes al envenenamiento por radiación —responde 329.

—¿Y entonces, qué pasó? —insta Yasha— ¿También se convirtió en cazador?

—Sí —dice 329 con simplicidad.

Eso suena lo más probable pero 329 no recuerda. Tras la cirugía, esa parte de la memoria es difusa. Se convirtió en cazador incluso antes de presentarse, cuando tenía aproximadamente la misma edad que Yasha ahora. Parece que su vida está vinculada a un crimen desde muy temprana edad.

—Recuerdo que por un tiempo el gobierno ofreció recompensas por cabezas de mutantes. Fue entonces que los cazadores estuvieron activos en gran cantidad —dice Yasha—. Los cazadores tenían una canción llamada ‘Traeremos las cabezas’, ¿verdad? “Traeremos las cabezas, sean suyas o nuestras…

Yasha comienza a cantar. Su voz es dulce pero logra captar el tono perfecto. La melodía dispara los recuerdos de 329. Recuerda esto, recuerda esto con claridad. Cuando trabajaba en la estación de reparación, los cazadores regresaban cantando, chocando sus armas, golpeteando con la palma de la mano sus destrozados aviones modificados. Completos extraños cantaban juntos, como piratas en las historias de antigüedad. “Traemos las cabezas, sean suyas o nuestras…” Yasha canta aquellas dos líneas una y otra vez, como si solo conociera esa parte. 329 canta interiormente en acompañamiento hasta que finalmente no puede resistirse a continuar por ella.

—… A veces en el asiento trasero, a veces en los hombros. Si no puedo lograrlo, Tráelas por mí, cámbialas por monedas de oro, llevalas a mi familia.

Su voz es baja y rasposa pero definitivamente más adecuada para esta canción que la dulzura de ella. Yasha escucha, barbilla en mano, tarareando en voz baja a su lado. Es una sensación extraña. Cuando era pequeño, él también tarareó junto con los cazadores que volvían triunfantes. Muchos jóvenes limpiadores tarareaban en admiración, imaginándose a sí mismos elevándose fuera del Área protegida, dirigiéndose hacia el peligroso cielo y regresando con voces alzadas en una canción.

Alguna vez soñó. Alguna vez alzó la voz en una canción. Pero cuando su mente vuelve de su breve abandono, es como si todo hubiese terminado. Nada queda. Los exiliados están limitados a distritos específicos. La zona de la que no puede salir sigue siendo cierta distancia de las afueras. Ahí no hay cazadores. Sus recuerdos de esta canción permanecen a muchos años de distancia. Él no sabe si los cazadores aún la siguen cantando.

—Es una vieja canción —dice 329.

—No tanto. Lo sabe —se ríe Yasha.

—Es más vieja que tú —piensa 329 por un momento—. Tal vez más vieja que yo.

—Las canciones y leyendas naturalmente sobreviven a los humanos —dice Yasha—. Posiblemente las personas seguirán cantando esta canción incluso cuando ya estemos muertos.

Sus palabras sorprenden a 329. Algunas veces ella suena como una chiquilla consentida, en otras parece sabia. O quizás ella no es ninguna de las dos. Tal vez ella es simplemente ella, y cualquier etiqueta es un intento vano del exterior por definirla. Por alguna razón, escucharle hablar así hace que algo en su interior ceda.

Es una comida increíble. Han comido por largo tiempo; Yasha no anuncia un alto, así que 329 sigue comiendo de forma constante, deseando tener un segundo estómago para almacenar toda esta comida. Y en tanto él no pare, Yasha no le detiene. Siguen sentados el uno frente al otro, extendiendo la cena hasta muy entrada la noche. No hay nadie que los apresure, no hay nadie que les interrumpa, sin miedo a enfadar al dueño del lugar o algo por el estilo. Es como tenderse bajo las garras del león, piensa de pronto 329. No tienes que preocuparte más por los buitres.

Lentamente Yasha se va quedando en silencio. Mira a 329, con la mejilla apoyada sobre la mano, perezosamente agitando el jugo de naranja con un popote. 329 ve como sus ojos pasan de estar completamente abiertos a entrecerrados, la cabeza asintiendo débilmente. Esto le hace sentir… no sabe cómo decirlo, solo que quiere reír.

—Terminé de comer. Gracias —dice 329.

—¿Ah, si? ¡Por nada! —dice Yasha, parpadeando. Se sienta derecha y secretamente se limpia la baba de sueño—. ¡Volvamos!

Se pone de pie y agita la mano hacia un mesero para hablar. Está sobrecompensando un poco, es la imagen de un espíritu enérgico, como si en ningún momento se hubiese quedado dormida. Después, camina hacia 329 y le pide permiso para tomarle de la mano; el permiso es recibido y toma el brazo de 329, aferrándose a él como un pajarito.

—No tenemos que conducir de regreso —sugiere—. Necesito volver por la noche pero tal vez podríamos dar una caminata… eh, ¿no está usando zapatos? ¿No tiene frío?

Solo ahora ella se da cuenta. Mientras le mira, 329 no sabe si reír o llorar. No sabe cómo responder.

Yasha duda después de preguntar. Debe de haberse dado cuenta de que nadie está dispuesto a trabajar descalzo.

—Por favor, permítame regalarle un par de zapatos —dice—. ¡Se los enviaré mañana a su casa!

329 realmente no tiene mucha fe en su sentido común. Si ella le da un par de bonitos zapatos, seguramente se los robarán o incluso lo asaltarán. Cortésmente rechaza la sugerencia diciéndole que no es necesario, sus propios zapatos están perfectamente bien.

Regresan en la motocicleta, toman el mismo camino de vuelta a casa. Yasha realmente no entra al departamento detrás de él. 329 saca a colación la cuenta de la cena de esta noche (no es posible que pueda pagarla y tampoco tiene otra forma de pagarle) pero Yasha niega con la cabeza.

—Fue mi honor cenar con usted —dice ella. Abruptamente, se sonroja y agrega con una voz diminuta—. Además, por accidente comí hoy demasiado. Yo… eh… no estoy en condiciones adecuadas para un esfuerzo excesivo… ¡Buenas noches! ¡Dulces sueños!

Ella le da una rápida sonrisa, se sube en la motocicleta y enseguida se va.

Al día siguiente, en el turno de la mañana, en la fábrica que trabaja, hace falta un trabajador. Se entera que hubo un accidente, el sujeto podría perder las piernas. 329 abre su casillero. Sus zapatos están ahí. Una tarjeta está metida entre los cordones. No hay nada escrito en ella, solo un “?” rosa.

*

Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: Selstarry

Comentario personal: A decir verdad, al inicio, el uso del habla cortés de Yasha me sonaba too much. Después de los momentos íntimos no dejaba de parecerme incómodo… pero con este capítulo recuperé el gusto por la forma en que le habla a 329. (Sí, quizás es solo cosa mía).
Y por una parte, ella es todo dulzura. Tipo “qué criaturilla tan tierna”, pero entonces recuerdas todo lo que es capaz de hacer y zaz… la burbuja se rompe. Peligro~

Pasando a algo más.
Si han visto la tabla de contenido entonces sabrán el título del próximo capítulo. El capítulo que sigue es un extra pornoso y oscuro, si no soportan cierto tipo de violencia sexual, pueden saltárselo sin problemas por que en sí no tiene que ver con la “trama-real-principal”. Es solo un “y sí”.

No sé cuando volveré con más capítulos, pero espero sea pronto.
Gracia por pasar y leer esta historia.

Comentarios, criticas, opiniones, etc., son bienvenidos.

-editado-: Curioseando por NU me encontré con una nueva traducción en inglés de una novela ABO / GB. El proyecto inició este mes y llevan publicados 5 capítulos. La novela se llama “The Geeky Girl Alpha’s Daily Life After Marriage” y consta de 45 capítulos.

La trama es: Song Yi transmigró a un mundo ABO (en sus 30 años de vida “pasada” se mantuvo soltera y sin interés por el romance) y no estoy segura de a qué edad transmigró, pero ahora es una adulta (29 años) sin interés por ningún género, lo cual preocupa a su familia y amigos.

Uno de esos “buenos amigos” estropea el inhibidor de SY sin que ella se dé cuenta y a causa de ello (y el sospechosamente oportuno omega suelto y en periodo de celo que se cuela en su auto), SY termina marcando completamente a alguien. Al día siguiente decide asumir la responsabilidad y casarse con el guapo omega.

El omega en cuestión se llama Pei Qingmian (25), un soldado que por su apariencia no parece el típico “omega” sino más bien un alfa o beta (ya saben, no pequeño y delicado...).

Y eso es lo que ocurre en los primeros capítulos. Supongo que como en muchas otras típicas novelas de romance, se van a ir enamorando hasta el final ser una feliz pareja con hijos y todo.

La verdad es que la comencé a leer por curiosidad pero dudo mucho llegar a amarla en el futuro. El “amigo” me cayó muy mal, la alfa indiferente de pronto ve con buenos ojos a alguien! al omega! (las hormonas le habrán lavado el cerebro e hicieron todo el trabajo, supongo!!) y en sí la forma en que está escrita la novela deja mucho que desear, hay repentinos saltos en el tiempo que no siento que fluyan bien y lo que más me molesta es una falta de mejor explicaciones(?), aunque tampoco podría decir que la novela tenga una prosa bellíiiisima... es bastante simplona.

En UN hay dos reseñas que se deshacen en elogios por la historia, quizás estoy siendo muy exigente. En fin, cada quien sus gustos.

Si la leen, me comentan que tal les parece.

1 comentario:

  1. Soy yo de nuevo, en una noche de insomnio se me ocurrió pasa a ver si habían nuevos capítulos... Y los habían!
    Agradezco, como siempre, la traducción tan cuidada y amorosa que haces. Después de estos capítulos, y al tener la oportunidad de leer esta historia por ti, me pasan muchas cosas por la cabeza: primero, qué gran imaginación la de la autora ¿o autor?, todo en la historia se siente meticulosamente planeado... como el escenario de una saga de ficción (me gustan este tipo de historias porque me hacen pensar en Ai no kusabi, aunque no sea parientes ni cercanas); segundo, me gusta mucho el estilo... una cosa que me cuesta de las ficciones es que la escritura suele ser muy técnica e impersonal, creo que al intentar transmitir un panorama cercano siento que a veces se olvidan un poco de la parte bella, pero aquí se siente, quizá a ratos pequeños pero hay ideas lindas y placenteras, pienso que en parte también se debe a tu buen trabajo; tercero, los personajes son enigmáticos, es algo difícil de lograr en tan pocos capítulos pero esta persona que los creó lo hace muy bien, sin nombres o historias grandilocuentes, ¡es genial!; cuarto, me sorprende tu habilidad para toparte todo tipo de historias, ¡qué buena buscadora de tesoros eres!; quinto, confirmo, la Yasha me gusta pero me da miedo, como que me agrada pensar que exista este personaje y al mismo tiempo deseo que no lo haga; sexto, siempre seré tu fan.
    Gracias! Ahora me dispongo a leer el extra con contenido hard.
    Feliz año, querida traductora <3

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