viernes, 25 de noviembre de 2022

[Demonio a la venta] Capítulo 35


Antes de este día, creías que esperar un destino desconocido era el mayor de los tormentos. Antes de este momento, creías que tu temor a la muerte era ya lo suficientemente grande, que tu miedo había llegado a su punto máximo, pero en este momento cuando tocan a la puerta, te das cuenta de que todo lo anterior era insignificante.

La espada de Damocles que había estado descendiendo por algún tiempo desconocido, finalmente toca en este momento tu cuero cabelludo. El frio te penetra hasta la médula.

Tu hermano te sacó de la bodega y rezaste para no encontrarte a nadie hasta que el caramelo se derritiera, pero chocaste de frente con tu Padre. Es como si el ayer se repitiese, como si fuese decretado por el destino, estás tan asustado como lo estuviste en el pasado, y la sangre se te congela bajo la piel. Pero ahora eres un adulto, tu “contrabando” es el vivo Remiel, él sigue con vida, y quieres que siga así.

—¡Escóndete! —le dices a Remiel.

Él asiente rápidamente pero tú aún así sigues preocupado.

—¡No importa lo que pase, no salgas! —lo sujetas y enfatizas.

Ante tus palabras él frunce el ceño. Te mira inquisitivo, tú pretendes no notarlo y sales rápidamente y cierras la puerta de la habitación de invitados. Sacas la llave que está bajo el cojín del sofá, echas la cerradura, y deslizas la llave bajo la puerta. Corres al baño y lanzas el cepillo de dientes y los artículos de tocador en el gabinete, entonces vas a la cocina y desprendes la nota adhesiva del refrigerador (“Hay pudín en el refrigerador, buenas noches”) y la tiras en el bote de basura. Este procedimiento es mejor que nada, si tuvieras más tiempo habrías hecho un mejor trabajo pero el período de respuesta que tienes es de solo unos minutos.

Después de varios minutos, la puerta se abre por sí misma.

La casa ha sido construida por ti como un fuerte contra los demonios, incluso si el pueblo cae bajo una ola de demonios, tu casa puede durar al menos por unos días. Las plegarias de exorcismo están escondidas en todo tipo de lugares, frente a los demonios que solo saben arrasar violentamente, son como escorpiones y espinas, pero para el clérigo no son más que paredes de papel.

La protección es reducida capa por capa, después de eso la cerradura de la puerta es destrozada, dejando solo un sonido apagado. Estás de pie en la sala, de frente al vestíbulo, ves a los visitantes indeseados. «Cuatro», son cuatro personas en total. Sus rostros son desconocidos y sin embargo familiares.

Los visitantes indeseados están vestidos con túnicas, no son las ropas negras de los sacerdotes sino unas túnicas color caqui de monjes. Esa es la vestimenta del personal en la Capilla, la vestimenta habitual de tu equipo. Las personas que usan esta túnica son tan discretas como la mugre, silenciosamente enterradas en su trabajo como abejas en una colmena. Pero no es la ropa lo que te da una sensación de familiaridad sino sus gestos, sus expresiones, sus miradas… tienes una terrible sensación de cercanía.

Parece que hay un aroma especial que solo las personas del mismo lugar pueden percibir; ni siquiera las personas que viven ahí todo el tiempo pueden detectarlo, es como cuando los peces no logran distinguir lo salado del mar. Has estado lejos del grupo por mucho tiempo, tus pulmones están llenos de aire fresco. Nunca antes lo notaste pero ahora cuando los ves a los ojos sabes “qué” son. Esculturas sagradas, pastores de dios, una parte de cien. Como el antiguo tú, como tus hermanos y hermanas, y las muchas, muchas personas silenciosas y sin rostro que caminaban alrededor de ustedes como sombras.

La persona al mando es ligeramente más alta, la tercera es la más baja, la segunda tiene los pómulos ligeramente protuberantes, y la cuarta tiene una nariz aguileña menos pronunciada. Todos entran, son cuatro, pero ninguno de ellos es el Hijo de Dios.

«¿Hay alguien más?» Pero la conexión está claramente frente a ti, en medio de los cuatro. Bajas la mirada y notas en la mano de la segunda persona algo que parece ser una brújula, el puntero te señala. De inmediato te das cuenta, tu sensación se debió a eso.

No es posible, las Reliquias Sagradas obviamente no provocan tan sensación, solo los Hijos de Dios con vida pueden percibirse entre sí. No hay forma de que una “brújula” pueda contener una reliquia, y por supuesto, tampoco puede esconder a una persona viva…

De pronto recuerdas algo.

Temprano en la mañana del segundo día de la lluvia de fuego, despertaste junto al río cubierto con moretones y heridas, las cuales limpiaste y curaste. Te deshiciste de la zona que podía estar infectada en las heridas, pero antes de que esa carne muriera por completo, parecía como si aún pudieses sentirla.

Ahora que lo piensas, es posible que no fuera una sensación sino un “reflejo”.

En un instante lo entiendes.

Esa engorrosa “brújula” está viva, o más bien, en su interior contiene una parte vital de un Hijo de Dios vivo. Si además del Papa aún hay un Hijo de Dios vivo en la Santa Sede, Su Majestad el Papa debería de haber mostrado una vez más su rostro con la noticia de que ya está saludable, y no que sigue “enfermo”..

Los primeros veinte años de tu vida pertenecen a la Santa Sede, sabes cómo funciona. Nunca has sido tonto, es solo que solías evitar pensar, ¿qué beneficio tiene conocer una verdad que no se puede cambiar? Y sin embargo, en este momento tu cerebro trabaja a toda velocidad, preguntas y respuestas luchan entre sí de forma desordenada intentando emerger.

Su Majestad el Papa no debe perder.

A Su Majestad el Papa le falta varios dedos.

“Cada años nace un Hijo de Dios en Navidad y la Santa Sede anuncia su nombre”.

El Hijo de Dios nace del de entre las personas comunes y es llevado a la Santa Sede.

Cada año se hace público el nombre del Hijo de Dios, el cual no pertenece a un recién nacido, sino el del ganador. En la Navidad de cada año no es uno sino siete los Hijos de Dios que llegan a la Capilla. Los siete Hijos de Dios son algunos ligeramente más grandes y otros más pequeños, no tienen más de un año; es imposible que todos nacieran el mismo día de Navidad. La Santa Sede te encontró en Nochebuena y te llevaron consigo, no se valieron de una revelación divina ni un mensaje angelical, usaron una “brújula” como apoyo.

El Papa está vivo, la brújula también está viva, y las abejas obreras de la Santa Sede la usan para encontrar a la siguiente abeja reina. Seguramente el trozo de carne que impulsa la brújula tiene “caducidad”, suponiendo que su uso es de corta duración y que es un consumible que no puede ser producido en masa, si las abejas obreras fuesen capaz de lanzar una gran red de búsqueda cada año, los trescientos sesenta y cinco días, entonces habría sido imposible que siguieras escondido durante cinco Navidades. A aquel encorvado anciano probablemente le faltan más de un par de dedos.

Por fin entiendes por qué Su Majestad el Papa, quien es el mejor cuidado, sigue viéndose tan frágil, viejo y enfermizo.

Qué afortunado eres.

Los Hijos de Dios de la Santa Sede casi han sido eliminados por completo, esta vez la búsqueda no escatimó en esfuerzos y la red fue lanzada en un amplio rango. Tocaron la música, buscaron por todas partes, y en lugares que ni siquiera conoces, hay innumerables acuerdos siendo negociados y batallas silenciosas en progreso. No buscaban a Enoc, al Hijo de Dios que lleva mucho tiempo muerto, pero te encontraron y han logrado su meta.

—Su Alteza el Hijo de Dios —dice la persona que tiene la brújula, no le importa qué Hijo de Dios eres—. Por favor, vuelva con nosotros.

No te preguntan por qué estás aquí y tú tampoco les haces preguntas, como siempre.

—Estaba por volver—dices.

Este no es un equipo de combate completamente armado, es solo un grupo de búsqueda más secreto que vino a buscar al Hijo de Dios recién nacido… te das cuenta de que si el ingenuo bebé puede ser de utilidad, la “devoción voluntaria” para la ceremonia probablemente no es un factor decisivo. Solo hay cuatro personas frente a ti, lo cual no significa que solo tengas que hacer frente a estos cuatro. La Santa Sede tiene muchos medios de comunicación, y puedes adivinar superficialmente quién tiene qué a la mano y cuanto tiempo les tomará a las tropas de apoyo en inundar tu casa después de ser activados.

Pero tú tienes la intención de ir.

Te vas, estás agradecido de que se lo explicaste y te despediste de Remiel. Mientras vayas con ellos, tu casa y todo en ella estarán a salvo. Caminas hacia ellos, y ellos se separan un poco, manteniéndote en medio, como antes.

Es tan familiar, solo das dos pasos y los pasos de todos ustedes son uniformes. La forma en que caminan es como varias imágenes secundarias de la misma persona, si alguien midiera sus pasos, se sorprendería de encontrar que todos y cada uno tienen la misma distancia. Sus gestos, sus túnicas, el aura que los rodea son como una burbuja que te envuelve, apretado en un mundo que te excluye y al que no perteneces. El aire empapa tus pulmones, cubre todo tu cuerpo, y es tan pesado y tan familiar que parece como si siempre debas estar ahí. De vuelta a donde perteneces, de vuelta a casa, el engranaje que dejó el grupo vuelve a la máquina, sin necesidad de desgaste, funcionamiento sin problemas. Has pasado cuatro quintas partes de tu vida aquí, pulido a la perfección, y te has acostumbrado a ello.

“… Alguna vez estuve perdido, pero ahora sé como volver… al final, guíame de vuelta a casa…”

De la nada la melodía del himno suena en tu mente, está llena de una felicidad eufórica, exprime de tu cerebro todos los pensamientos dolorosos y te da un espacio en blanco de compasión.

¡Pom!

Del otro lado de la puerta cerrada de la habitación de invitados, se escucha el sonido de algo colisionar.

La melodía se desmorona en un instante, vuelve el pánico y el dolor, tu corazón da un vuelco y oras por haber escuchado mal, que ellos no escucharan algo. No cambias tu expresión, sigues caminando sin parar pero chocas contra la espalda de la persona al frente. Los pasos de todos se detuvieron al mismo tiempo y giran sus cabezas al unísono, ignorando lo mucho que oraste en tu corazón. Nadie te pregunta qué hay ahí, ellos no hacen preguntas, ellos resuelven problemas.

Las tres personas se detienen a tu lado, la más alta se mueve sosteniendo el rosario en su mano. Sabes que el rosario está lleno de plegarias y que la cruz en el fondo del mismo es una pistola en miniatura. El monje con el arma se apresura hacia tu habitación de invitados, te quedas rígido en tu lugar. Tu garganta está bloqueada y por un momento eres incapaz de pronunciar una sola palabra.

*

Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: PastTimer [Wattpad]

Comentario personal: ¡¡¡Suspenso!!! ¿Qué pasará? ¿Descubrirán a Remiel? ¿Se llevarán a Enoc? ¿O nos espera harto sufrimiento?

Estamos a pocos, muy pocos, capítulos de llegar al final.
¡Qué emoción!

En otras noticias… no tengo nuevas recomendaciones, solo les comento que voy en el capítulo 43 de la historia de los “maridos”-asesinos-seriales. Antes les comenté que solo está hasta el 30 en inglés y el resto me lo echaré con mtl (ch-eng porque ya saben que no soporto el mtl en español…).
El asunto con la traducción es que sí, se entiende en general, el mayor problema es que esta novela tiene hartas-muchas-bastantes referencias a obras clásica(?), filosofía(?), arte (pintura) y sí, cosas varias. Se agradece que él/la autor incluyó notas al final, así que de alguna forma se entiende mejor.
Hay muchas cosas que me gustaría comentar, pero supongo que no tiene mucho sentido si nadie más la está leyendo por aquí ¬w¬ jajaja, como sea, está buena, hay partes en que a pesar del momento intenso-sangriento, el par de husbandos interactúa de tal forma que no puedo evitar verlos como un par de payasos por sus intercambios tan wtf!

No los entretengo más, gracias por pasar y hasta la próxima.

-Editado 23.12-:Agrego esto aquí para aquellos que no han visto actividad en el blog y se preguntan cuando publicaré un nuevo capítulo de la novela de Enoc y Remiel…
¡Lo siento mucho, muchísimo!
El asunto es que mi computadora murió y no es hasta hoy que logré conseguir un remplazo.
Les comenté antes que mi meta era terminar la novela este año, pero ahora con lo sucedido no veo que eso sea posible. Son 6 capítulos y con lo que me tardo en checar el raw y corregir, pues no. Definitivamente no.

No puedo darles fechas, no puedo darles regalos, sorry T_T.
Intentaré actualizar lo más pronto posible, hasta entonces... les desdeo una muy felices fiestas. 🖤

No hay comentarios.:

Publicar un comentario