Capítulo 122: Al final, sigue siendo demasiado tarde

Después de la reunión con Shi Hui, Gu Hai le llamó innumerables veces a Bai Luoyin, pero en cada ocasión no pudo conseguir conectar la llamada. Con el corazón ansioso, de inmediato se dirigió a la casa de Bai Luoyin.

Bai Han Qi acababa de salir del trabajo, su trasero ni siquiera había calentado aún el asiento, cuando al ver a Gu Hai rápidamente se levantó y con júbilo fue a recibirlo. Enseguida hechó un vistaso detrás de su espalda pero no pudo ver la sombra de Bai Luoyin.

“¿Yin Zi no vino contigo?”

Gu Hai sabía que Bai Luoyin había estado escondido de Bai Han Qi todo este tiempo con tal de no hacerle preocupar, por ello él tampoco tenía la intención de decirle la verdad.

“Me pidió que le llevara algunas de sus cosas.”

La decepción en los ojos de Bai Han Qi se desvaneció, para enseguida asentir rápidamente y sonreír, “Oh, entonces entra rápido y tóma lo que necesites.”

En la habitación, Gu Hai casualmente revisó algunas cosas y luego salió rápidamente, miró a Bai Han Qi y le preguntó, “Tío, ¿puedes prestarme tu teléfono? Quiero llamar a Yin Zi ya que no puedo encontrar lo que me pidió que buscara.”

“Este niño, no hay necesidad pedir permiso. Está en mi cuarto, en el buró junto a la cama. Solo ve y tómalo.”

Gu Hai tomó el teléfono y enseguida llamó a Bai Luoyin.

Como era de esperar, contestó.

Este tipo definitivamente bloqueó mi número.

“Papá ¿qué pasa?”

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que escuchó la voz de Bai Luoyin. En este momento al poder escucharla, repentinamente su corazón  se agitó. Incluso después de un momento, no logró decir nada.

Bai Luoyin habló de nuevo y preguntó, “Papá, ¿qué te pasa? ¿por qué no dices algo?”

“Yin Zi.”

Por largo tiempo no hubo respuesta del otro lado de la línea, sin embargo, no tardó en resonar el tono de corte 'du, du, du'.

Con obtener este resultado Gu Hai no estaba ni un poco sorprendido, después de todo fue debido a sus propios errores y malas acciones. Era razonable que Bai Luoyin lo castigara. Gu Hai intentó marcar unas veces más y al no escuchar respuest simplemente apagó el teléfono.

Al ya haber oscurecido, Gu Hai condujo de nuevo hasta la estación de policía.

“¡Oh! Joven maestro Gu, ¿a qué se debe que hoy estes sentado aquí?”

Gu Hai estaba impaciente, “Hazme un favor.”

“Dime.”

“Quiero que me ayudes a buscar a alguien. Aquí tengo una copia del registro de llamas recientes. Ayúdame a encontrar la ubicación exacta de esta persona.”

“Oye, esto es un poco complicado, debes encontrar a un especialista en el campo. Los pocos oficiales en el turno de la noche no saben cómo hacerlo.”

El rostro de Gu Hai se oscureció.

“¿Por qué no me dejas intentarlo? Seré un poco lento, si realmente no puedo encontrar nada, llamaré a Xiao Jiang para que venga. En cualquier caso, definitivamente será posible encontrar la ubicación de esta persona esta noche.”

Gu Hai asintió, “Bien, si esa es la única manera.”

*  *  *

Después de que Bai Luoyin recibiera la llamada, su humor permaneció aturdido. Imaginó que Gu Hai podría haberle dicho a Bai Han Qi la situación actual, y con ello temió que Bai Han Qi se preocupara y quisiera llamarlo, pero al mismo tiempo, no quería encender su teléfono. Cuando volvió a pensar en ello, sintió que lo mejor sería ir a casa al día siguiente. De cualquier forma, ya estaba cansado de quedarse en el hotel. En cuanto a Gu Hai, ese rufián, sería suficiente considerarlo como si no existiera.

Con esto en mente, comenzó a empacar sus pertenencias.

Para la hora en que terminó, ya eran las diez y media de la noche. Planeó tomar una ducha y dormir enseguida para poder regresar temprano en la mañana.

Justo cuando se quitaba la chaqueta escuchó el timbre sonar. Todo su cuerpo se puso rígido e inconscientemente pensó que aquella persona era Gu Hai. ¿Cómo pudo encontrar este lugar tan pronto? ¿será posible?

Con nerviosismo en su corazón, fue hacia la puerta y miró a través de la mirilla.

La cara de Shi Hui apareció en su línea de visión.

Al momento en que abrió la puerta, una indescriptible sensación de frustración barrió su corazón.

Shi Hui entró a la habitación, pero todo su cuerpo temblaba; la piel de su hermosa cara tenía un tono purpureo debido al frío y sus dos manos estaban tan congeladas que no podía estirarlas; el cabello estaba un tanto alborotado y los hermosos accesorios en él colgaban torcidos; y sus ojos estaban cubiertos con una fina capa de neblina, haciéndola ver aún más miserable.

“Tú... ” Bai Luoyin se quedó sin palabras por un instante, “Rápido, acércate.”

Shi Hui rápidamente fue hacia el radiador y colocó sus manos hacia él. Bai Luoyin se apresuró a elevar la calefacción antes de ir a servirle una taza con agua caliente.

“Ten, caliéntate un poco,” Bai Luoyin le pasó la taza.

Shi Hui tomó varios tragos hasta que sus temblorosas piernas regresaron a la normalidad.

“¿Cómo encontraste este lugar?”

Shi Hui dijo con melancolía, “Te he estado buscándote por varios días, te busqué en todas partes y pregunté por ti. Fui a los café-internet cercanos, hoteles, clubs nocturnos, y segui buscando hasta que encontré este lugar... Incluso pensé que estabas escondiéndote de mí, y...”

Shu Hui habló hasta que comenzó a llorar, ya no podía guardar silencio y sus lágrimas recorrieron sus mejillas.

Bai Luoyin la vio usar sus manos rojas por el frío para enjuagarse aquellas lágrimas. No podía soportarlo, él tomó una toalla y se la entregó, entonces con voz gentil dijo, “Tonta, no llores. No fue por ti.”

Shi Hui estiró ambas manos y le rodeó la cintura, apoyó la cabeza sobre su hombro y se soltó a llorar. Entre lágrimas dijo, “Si realmente me odias, puedes decírmelo y me iré ahora. Simplemente no te escondas así de mí, ¿esta bien? ¿No sabes lo preocupada que estaba por ti?”

Culpable y conmovido, aquellas dos emociones chocaron en el corazón de Bai Luoyin. Le dió palmaditas en la espalda, persuadiéndola, “No llores más, en verdad no es tu culpa. Si sigues llorando así, mañana tus ojos ya no estarán ahí.”

Shi Hui lentamente dejó de llorar, le miró impotente y con un aire de vergüenza preguntó, “¿Puedes poner una toalla fría sobre mis ojos?”

Bai Luoyin asintió y fue a conseguir una toalla húmeda.

Shi Hui obedientemente cerró sus ojos y una vez que la fría y húmeda toalla hizo contacto con sus ojos, sus gruesas y densas pestañas temblaron por un segundo; esta sutil reacción atraería por completo la atención de cualquiera.

“Antes siempre me hacías enojas hasta que lloraba, incluso entonces, nunca me persuadías. Esperabas hasta que dejara de llorar y luego me ayudabas a poner una toalla fría sobre mis ojos.”

Bai Luoyin de pronto recordó aquella época, fue una muy hermosa; precía como si hubiera sido ayer. Pero ahora, cuando esa persona nuevamente estaba sentada frente a él, aquella época se volvió muy lejana.

¿Que había causado que las cosas cambiaran?

“Está bien, ya está.” Bai Luoyin quitó la toalla y dijo indiferente, “Caliéntate un poco más y después te llevaré a tu casa.”

La expresión de Shi Hui se congeló por un segundo, su voz tenía un tono de agravio.

“¿Qué hora es? Mi primo debió de haberse ido a dormir ya. ¿Quién me abrirá la puerta?”

“¿Estuviste buscando así de tarde todos los días antes de regresar a casa?”

“En realidad no.” Shi Hui sonrió con un poco de vergüenza, “Normalmente regresaba a casa a las ocho o nueve. He buscado por casi todos los lugares de este vecindario ya, solo quedaban un par de lugares más, y por ello se hizo un poco más tarde.”

Al dejar de hablar, de pronto estornudó.

Bai Luoyin le tocó la frente, su rostro se tensó, “Debes tener un poco de fiebre, te llevaré al hospital.”

“No, sabes que lo que más odio es ir al hospital. Estoy bien, solo necesito envolverme en una cobija y dormir.”

Las palabras de Shi Hui ya habian llegado a este punto, si Bai Luoyin la apresuraba a marcharse de nuevo sería extremadamente irrazonable. Él suspiró, se puso de pie y dijo, “Entonces puedes dormir aquí, yo iré a pedir otra habitación.”

Shi Hui de inmediato le tomó de la mano y la sostuvo con tanta firmesa como si fuera a clavarle las uñas en la piel.

“Tengo miedo a dormir sola, además... aún tengo fiebre.”

Al final, Bai Luoyin no se fue  y también le era imposible bañarse, por lo que simplemente metió toda su ropa en la maleta.

“Estoy acostumbra a dormir desnuda, ¿te importa?” preguntó Shi Hui con timidez.

Bai Luoyin no levantó su cabeza, “No me importa, como sea que duermas, duerme.”

En la cama doble, Shi Hui ocupó un pequeño lugar, dejando un amplio espacio al otro lado. No pudo soportar el cansancio por más tiempo y se quedó dormida, Bai Luoyin no se había acostado aún.

En la penumbra de la noche, Bai Luoyin se quedó parado en el balcón  fumando un cigarro tras otro.

*  *  *

“Ahhh, estoy tan cansado. Si no eres un experto en tu trabajo entonces eres un fraude.”

Gu Hai miró fijamente la pantalla y en silencio memorizó la dirección antes de volver hacia el Ayudante Zhang y con una sonrisa en el rostro, dijo, “Gracias Tío Zhang.”

Sin esperar a escuchar lo que le estaba por decir, Gu Hai de inmediato salió y condujo directamente hacia el hotel.

Para la hora en que llegó al hotel, ya pasaba de la media noche. Él fue directamente a recepción para confirmar el número exacto de la habitación de Bai Luoyin. Resultó ser realmente el lugar exacto que le indicó el Ayudante Zhang. Sintiendo alivio se dirigió hacia aquella habitación.

Presionó el timbre pero nadie respondió.

Shi Hui estaba profundamente dormida y Bai Luoyin aún estaba en el balcón, por ello él no escuchó el timbre.

Gu Hai salió del hotel y se paró fuera del edificio, mirando hacia arriba. Cuando finalmente encontró la habitación de Bai Luoyin descubrió que las luces ya estaban apagadas.

¿Ya estará dormido?

¿Será mejor que vuelva mañana? Gu Hai dudó por una fracción de segundo, y sin embargo, volvió a entrar al edificio. Tenía miedo de que mañana en la mañana Bai Luoyin se diera cuenta, cambiara de opinión y se moviera a otro lugar. Para entonces, Gu Hai no podría encontrarlo de nuevo.

Se puso de cuclillas y esperó frente a la puerta de la habitación, esperó y fumó al mismo tiempo, decidido esperar hasta el amanecer.

Cuando Bai Luoyin terminó de fumar y volvió, escuchó a Shi Hui gimiendo de frío.

Él encendió las luces y vio que tanto los brazos como los hombros de Shi Hui estaban expuestos. Bajo la luz clavada en la pared, la brillante y pulcra piel iluminada parecia aún más suave y delicada. El seductor escote era vagamente visible y solo se necesitaba deslizar ligeramente la manta para poder ver aquella parte del cuerpo que haría que los vasos sanguíneos de cualquier hombre chorrearan en abundancia.

Bai Luoyin miró a otro lado mientras se inclinaba para jalar la manta y cubrírle bien con ella.

En cuanto apagó la luz, Shi Hui comenzó a quejarse de nuevo, daba la impresión de estar despierta, y  sin embargo, de nuevo permanecia estar inconsciente.

Bai Luoyin le tocó la frente, la cual estaba repleta en sudor. Se giró y vio que solo había una cobija en la cama. Luchó por dentro, para entonces subirse a la cama, extender sus brazos y por encima abrazarla contra su pecho.

En medio de la noche, Shi Hui abrió sus ojos y vio el cuerpo de Bai Luoyin expuesto bajo el aire frio; no había nada que lo cubriera. Enseguida notó que toda la manta estaba sobre ella, así que quizo darle la mitad, sin embargo el la rodeaba con tanta fuerza que ni siquiera pudo sacar las manos del interior. Su corazón estaba lleno de emociones, y mirando su atractivo rostro tan cerca, no pudo evitar acercarse aún más y robarle un beso de sus delgados labios. En seguida, cerró los ojos con satisfacción.

Pero Bai Luoyin no estaba dormido aún, él se mantuvo consiente todo el tiempo, y siguió así hasta la mañana siguiente.

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Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: sae-han01 @ Wattpad / Tumblr