Capítulo 119: Angustia de medianoche

Cuando regresaron a casa, Bai Luoyin entró al baño para darse una ducha mientras que Gu Hai se sentó en el sofá; imperturbable y con la mirada fija sobre el racimo de uvas en el frutero. Al terminar de bañarse, se encontró con que él seguía en la misma postura, sin embargo, ahora tenía el frutero en sus manos. Las uvas en el interior fueron aplastadas todas una a una y el jugo morado fluyó, cubriendo toda la superficie.

¡Qué listo era Bai Luoyin! Al instante pudo descifrar los pensamientos de Gu Hai. En secreto lo maldijo, entonces abrió la puerta de la alcoba para entrar.

“¡Regresa!”

Gu Hai fieramente dio un manotazo sobre la mesa, sus ojos hervían.

Los pasos de Bai Luoyin se detuvieron frente a la puerta, giró su mirada hacia Gu Hai y preguntó con frialdad, “¿Qué?”

“Dame una explicación.”

Gu Hai se refería a Bai Luoyin cargando sobre la espalda,a Shi Hui  mientras recolectaron uvas.

“¿Qué hay que explicar? ¡En esa época estábamos saliendo, es normal hacer ese tipo de cosas! ¿Qué posición tienes para decirme algo? ¡Tú y Jin Lulu se fueron a la cama! Si lo pones de esa forma, ¿no debería castrarte, hum?”

Esta vez, Gu Hai fue quien se quedó sin palabras.

Para la hora en que se metió bajo las sabanas, ya pasaban de las once de la noche. Bai Luoyin cerró los ojos, estaba exhausto. Repentinamente un par de molestas piernas se extendieron hacia él,  entrelazándolas y frotándolo hasta que su piel se entumeció. Eventualmente, no pudo soportarlo más y furioso gritó, “¡Déjame dormir en paz!”

Gu Hai hizo girar hacia sí la cabeza de Bai Luoyin; en la noche oscura, las negras pupilas emitian un resplandeciente rayo de luz.

“¿No puedes hablarme de mejor forma?”

Bai Luoyin usó toda su fuerza para soltarse de las manos de Gu Hai, y enojado replicó “¿No siempre te he hablado así?”

“Sí, simplemente sigues teniendo esta actitud conmigo.”

Gu Hai estaba cerca de destrozarle la barbilla.

“¿Con quién no tengo esta actitud?”Bai Luoyin frunció las cejas.

“¡Tú no tienes esta actitud con ella!”

Bai Luoyin ya sabía desde hace tiempo que de nuevo buscaría problemas y aunque estaba mentalmente listo, seguía inmensamente enojado con él.

“¿Qué tipo de actitud crees que tengo hacia ella? Cuando ella esperó fuera del salón, ¿yo salí a acompañarla? Cuando comí, ¿escogí comida para ella? ¿O estás diciendo que cuando salió del coche, la detuve para que no se fuera?”

Gu Hai le miró fijamente a los ojos, y dijo palabra por palabra, “Si yo no hubiera estado ahí, definitivamente lo habrías hecho.”

Bai Luoyin estalló en furia, dándole un puñetazo en el pecho.

“¡Lárgo!”

“¿Me estás diciendo que me vaya?” el codo de Gu Hai le presionó con crueldad el vientre.

Bai Luoyin le pateó las pantorrillas y gritó, “¡Así es, lárgate de puta vez! ¡no quiero dormir con alguien irrazonable!”

Gu Hai le sostuvo con fuerza el cuello de la camiseta y enseguida preguntó, “¿No quieres dormir conmigo pero quieres dormir con ella, verdad? ¿Quieres follarla, no es así? Desgraciado, ¿quieres follártela, verdad?”

La sangre en todo el cuerpo de Bai Luoyin hervió y toda su paciencia se esfumó; un puño salió volando hacia el rostro de Gu Hai. Esta vez la fuerza fue muy intensa, Gu Hai sintió que su nariz y su corazón se sentían igual de lastimados. Solo dije una oración sobre ella, y ¿tú realmente vas tan lejos como para usar la fuerza? ¿Quién, a mi, Gu Hai, alguna vez me había pegado? Bai Luoyin, en toda mi vida, solo he sufrido bajo tu puño.

La consecuencia directa de la extraña forma de pensar de Gu Hai resultó en una pelea entre ambos. Intercambiaron puñetazos y se lanzaron patadas, luchando de un lado a otro de la cama hasta que ambos cayeron, sin embargo, al caer al suelo siguieron su enfrentamiento.

Los dos no estaban completamente dispuestos a luchar enserio. Al comparar, Bai Luoyin usó un poco de fuerza y la razón fue la extremadamente ruda y sarcástica boca de Gu Hai. Si él no hubiera dicho nada, quizás Bai Luoyin se habría detenido después de unos cuantos golpes. Pero él lo provocó incesantemente. Al final, Bai Luoyin, profundamente enojado de vergüenza, le dio un golpe en la entrepierna.

Esa última patada dejó a Gu Hai completamente decepcionado. Con los ojos inyectados en sangre, se levantó, dio un giró y caminó hasta la puerta.

El pecho de Bai Luoyin se contrajo, él rápidamente se incorporó y le sostuvo.

“Déjame.” dijo Gu Hai con monótona frialdad.

Frente a la dificultad, Bai Luoyin le tomó por el cuello de su camiseta y con toda su fuerza lo arrastró hacia la cama. Después de subirlo, presión todo su cuerpo sobre el de Gu Hai y con ambas manos, sin vacilación, le sostuvo de los hombros. Respirando con dificultad le miró, las gotas de sudor en su frente caían una tras otra, cada una sobre el pecho descubierto de Gu Hai.

Las miradas de los dos se cruzaron  y con ellas intensamente fijas el uno sobre el otro, ninguno habló.

Después de un largo silencio, Bai Luoyin súbitamente liberó su fuerza y se dejó recostar sobre el cuerpo bajo el suyo. Su cabeza acurrucaba justo en la clavícula de Gu Hai, el cabello esparcido junto a su oreja y el sudor de sus mejillas empapándo el lado izquierdo de su pecho.

El intenso palpitar estimuló sus oídos.


“Gu Hai, en tu corazón, yo, Bai Luoyin, ¿soy tan despreciable?”

El rígido cuerpo de Gu Hai finalmente cedió un poco. En realidad, cuando antes Bai Luoyin lo sujetó, su corazón ya se había derretido hasta ser un gran charco de agua. En este instante, al escuchar una ligera queja en la pregunta de Bai Luoyin, aquel enojo que había surgido hace un minuto se esfumó enseguida, y voló hacia algún otro lugar. La gran mano gentilmente acarició el cabello de Bai Luoyin, frotándolo respondió, “No.”

“Entonces ¿por qué estás siendo tan terco?”

Gu Hai habló con sinceridad, “No lo sé.”

“Entonces, ¿qué tal si tienes un poco de confianza en mí?” dijo Bai Luoyin.

Gu Hai no respondió ya que había sellado los labios de Bai Luoyin con los suyos, pudo sentir su sinceridad mientras ambas bocas se unían. A decir verdad, creía en él incondicionalmente; creía en su actitud, en sus acciones y creía que su propia intuición tampoco era mala. Pero, ¿por qué se molestó? El mismo no podía decifrarlo, ¡quizás todo ello fue solo por hacer el tonto!

Media hora después, como si nada hubiera pasado, levantaron la colcha del suelo y sin vergüenza se abrazaron hasta quedar dormidos.

* * *

Al día siguiente, después de que la hora de auto-estudio terminó, Bai Luoyin fue directamente al salón de Yang Meng.

Cuando Yang Meng salió, quedó enormemente sorprendido, le palmeó el hombro, con expresión de burla preguntó “Será posible, ¿cómo es que hoy has venido a buscarme?”

Bai Luoyin lo empujó hasta una esquina y comenzó a interrogarlo, “¿Le diste a Shi Hui mi número de teléfono?”

Yang Meng se detuvo un segundo antes de inquirir en respuesta, “¿Por qué de pronto me lo preguntas?”

Con solo escuchar esto, sus sospechas fueron más o menos respondidas, entnoces le pegó tres veces en la cabeza.

“Maldito... ¡ella regreso!”

“¡¿Será posible?!” Yang Meng estaba muy sorprendido... “¿Ella... ella... ella en verdad regresó?”

El rostro de Bai Luoyin oscureció de furia, “Esto es todo por tus jodidas buenas acciones.”

“Diablos, Yin Zi, ¡eres tan genial! Con solo una llamada, hiciste que regresara. ¡Tu talento no es poca cosa!” Yang Meng le dio alegremente una palmada en el hombro. “Dime, ¿has venido a agradecérmelo?”

“¡Debería agradecerle a tu abuela!” Bai Luoyin maldijo entre dientes, echando humo de enojo.

Yang Meng seguía con una traviesa sonrisa en el rostro, “No pretendas, lo cierto es que estas muy feliz, ¿verdad?”

Bai Luoyin aspiró profundamente, suspiró y dio la vuelta, listo para irse.

Solo entonces Yang Meng se dio cuenta que la expresión de Bai Luoyin era mala. Fue tras él y le explicó, “En realidad no quería decirselo pero ella persistió rogándome. Tú ya sabes que soy de corazón blando, y no ayudó que al otro lado ella llorara tan miserablemente. ¡Cómo podía yo ser tan insensible!”

Bai Luoyin dejó escapar un largo suspiro, se detuvo y preguntó, “¿De qué hablaste con ella?”

“No le dije mucho. Me preguntó cómo te había ido últimamente, así que le hablé con honestidad. Oh, es cierto, le mencioné especialmente tu nuevo estatus como hijastro del Mayor General Gu. Je je je...”

Toda la cara de Bai Luoyin se puso verde y el traidor a su lado, sin miedo a la muerte, continuó, “Yin Zi, de hecho, ustedes se pueden reconciliar. Ya que ella regresó a China por ti, deberías pensar un poco en eso, seguro que se quedará. Cuando rompieron, ¿no fue por la distancia? Pero ahora que ella está de vuelta y la distancia ya no es ningún problema, ¿por qué no aprovechas la oportunidad?”

“No rompimos por la distancia, fue porque no eramos compatibles.”

“¿Qué es lo que no te hace incompatible?” Los ojos de Yang Meng centellearon. “¿Es por la diferencia económica entre sus familias? ¡Ahora no hay ninguna! Su papá puede ser un oficial del gobierno, ¡pero el estatus de tu padrastro es aún mayor que el de ella!”

Bai Luoyin extendió una de sus manos, “Es suficiente, no digas más.”

Levantó sus pies y se fue.

Al regresar al salón, el celular de su mochila comenzó a vibrar. Lo sacó y solo un mensaje apareció en la pantalla; era de Shi Hui.

'¿Mañana en la tarde tienes tiempo libre? Ven y platica conmigo. Me iré dentro de unos días.'

Bai Luoyin ni siquiera imaginó que esto directamente le creaba incertidumbre a la persona detrás de él.

“Responde por mí.”

Con solo un vistazo al mensaje, el corazón de Gu Hai se congeló. ¡Tipo despreciablemente astuto! Deliberadamente me lanzas este difícil problema. Si no respondo, es que no confío en ti. Si lo hago, intencionalmente estaré haciéndome las cosas difíciles.

“¿Respondiste?” preguntó Bai Luoyin.

Gu Hai dudó un poco, preguntó, “¿Quieres ir?”

Bai Luoyin respondió con honestidad, “Quiero ir.”

Gu Hai rió hasta que su cara se entumeció, “Entonces ve, no dejes que tus buenas intenciones se arruinen.”

Bai Luoyin sonrió levemente, “Entonces, responde.”

Gu Hai nunca imaginó que el solo escribir las palabras ‘está bien’ en el celular sería algo tan difícil de hacer. Este tipo de sentimiento era exactamente igual que enviar a un hijo al campo de batalla. Que regrese o no es una cosa, pero lo más importante sería si el mismo viviría esperando su regreso.

Después de enviar el mensaje, Gu Hai le devolvió el teléfono.

Entonces, exprimió una oración de sus labios apretados.

“Creo en ti incondicionalmente.”

Las comisuras de la boca de Bai Luoyin se elevaron, “Gracias.”

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Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: sae-han01 @ Wattpad / Tumblr

-Editado. 2019.03- Sigo con la revisión usando el texto original (algo que ocupa muuuuchas horas T_T), pero creo que en este capítulo valio la pena porque hice bastantes correcciones. Creo que el texto quedó mejor redactado ♥.

Como sea, gracias por sus visitas, lecturas y comentarios.~~