lunes, 29 de agosto de 2022

[Demonio a la venta] Capítulo 10

B: Piensas que se debe a que está bastante aburrido.

Piensas que debe de estar muy aburrido.

Si un esfuerzo es imposible, incluso el animal salvaje más estúpido se rendirá sin lugar a duda. Todos los intentos de fuga de 177 han sido un fracaso, no hay esperanza de éxito. ¿Será por eso que se ha vuelto así?

Tienes un plan.

Junto a la ventana del baño hay plegarias consumadas que el demonio no puede tocar. Los azulejos de las paredes y todas las baldosas del piso han sido golpeados también. Sería extraño si de pronto apareciera una trampilla, sin mencionar que podría no ser un motivo suficiente para volver a golpearla. En cambio, la puerta parece el mejor lugar para escapar (simplemente se ve así, pero de cualquier forma 177 no puede verlo). La puerta del baño es solo una puerta común y corriente. Para escapar de ella, solo necesitas resolver la cadena de plata.

Los grilletes que sujetan a 177 fueron reforzados por ti una vez, son lo suficientemente fuertes como para poner de rodillas a un demonio de sangre pura. Ahora te arrepientes de haberlas hecho demasiado resistentes. No importa, conoces algunos lugares que venden cadenas de planta de calidad inferior; acero inoxidable que solo tiene apariencia plateada.

Inviertes unos días preparándote y en el camino te encuentras con algunos accidentes. Por ejemplo, la persona que vende cadenas de plata de calidad inferior en realidad te vendió un producto genuino y juró que su local solo tiene cosas auténticas y que nunca jamás ha vendido falsificaciones o productos inferiores. Queda en la conciencia del comerciante el vender un producto de buena calidad a un precio de solo cinco monedas de plata. Pareces tan honrado y extraordinario que ir a tal lugar para hacer compras más bien podría ser considerado cumplir con la responsabilidad de hacer un muestreo de calidad. Tuviste que pronunciar algunas palabras más intentando convencerle de que te vendiera un collar con llave que casi no tuvieran plata.

—Mi maestro me enseñó a usar cadenas de plata con calidad inferior para realizar plegarias —dices.

Esta frase es correcta, no estás mintiendo. En cuanto a para qué vas a usar la cadena de calidad inferior, eso es otra historia.

El día que compras la cadena de plata, reemplazas la genuina reforzada con plegarias que se encuentra el cuello de 177. Cuando el collar se tensa, los ojos del demonio parecen brillar con intuición, y sin embargo, esa noche no hace movimiento alguno. Al día siguiente, preparas la comida que le durará por unos cuantos días, limpias el baño y haces que parezca que saldrás de viaje. Te levantas de puntillas para limpiar el techo, y el dobladillo de tu túnica cae sobre la cadena de plata. La cadena resuena, cubriendo el sonido de una llave que cae de tu bolsillo.

Por unos largos segundos 177 mira fijamente la llave, entonces la recoge y se la mete en la boca.

En tu interior das un suspiro de alivio. Si no la hubiera recogido, habrías tenido que pensar en otra forma. Dejar caer la llave dos veces sería algo bastante irrazonable. A decir verdad, tu serie de acciones tales como cambiar la cadena y partir en la noche a un largo viaje son ya de por sí muy poco razonables. No hay de otra. Eres bueno atrapando y matando demonios, pero no eres tan bueno dejando que escapen sin levantar sospechas.

De forma concisa empacas la pequeña maleta y sales con ella por la puerta.

En un estante del pasillo se encuentra temporalmente una paloma de papel, y a través de sus ojos observas la puerta del baño. A la paloma hecha de un papel de pergamino especial se le llama “paloma sagrada”. Es una herramienta con fines de detección y reconocimiento usada por los sacerdotes en época de guerra. Es conveniente y fácil de ocultar. Desafortunadamente, toma mucho tiempo de hacer y tiene un alto consumo de magia, así que no es muy popular. Actualmente cuentas con muchísimo tiempo de sobra, y por ello has hecho bastantes cuando no tienes nada más que hacer. En este momento te son de utilidad.

Diecisiete minutos después, la puerta del baño se abre lentamente.

Ves a 177 abrir la puerta con precaución. La abre con bastante lentitud para no hacer sonido alguno. Asoma la cabeza y mira a su alrededor, parece un ratón que deambula en la entrada de una cueva, preocupado de que sus depredadores aún no se hayan marchado. Los ojos están muy abiertos, un rojo brillante en la oscuridad.

Finalmente sale del baño, sus dos manos y pies están ataviados por cadenas de plata (estos son productos originales, realmente no tienes la intención de dejar que escape sin restricciones) manteniéndolo sujeto. El collar del cuello fue removido, como había de esperar. A través de la puerta abierta del baño puedes ver que los lugares donde escondiste las cámaras de vigilancia han sido arruinados, no queda alguna. Antes de escapar, 177 debió de haber comprobado si te encontrabas viendo.

«Es inteligente», piensas, y parece tener más energía, lo cual es bueno. Ves a 177 avanzar, atado por las cadenas, en una forma que no permite que entorpezcan sus movimientos ni produzcan ruido. Al principio, se tambalea, como si hubiera olvidado cómo caminar, pero entonces sus movimientos se vuelven más y más ágiles y ordenados, parece una máquina moviéndose con mayor facilidad. Ves cómo camina usando aquellas patas con dedos traseros faltantes. Su centro de gravedad se inclina hacia el frente, y el sonido de las afiladas patas al aterrizar sobre el piso no puede ser escuchado por la paloma descansando en el alfeizar de la ventana. Increíble, puedes ver en sus acciones rastros de entrenamiento militar.

Esto es bastante sorprendente porque el ejercito de demonios es desorganizado. No es precisamente un ejército, sino más bien una horda de seres humanoides que se basan en el instinto. La mayoría de los demonios no tienen tácticas. Son buenos moviéndose en manada y luchando indiscriminadamente. De cualquier forma, son fértiles y crecen rápidamente, como una guarida de conejos feroces. Sospechas que la edad de 177 será la misma que aparenta, a diferencia de otros demonios de sangre mixta que pueden convertirse en hombres robustos en menos de diez años. Es probable que 177 tuviera tiempo de aprender del ejército humano en la segunda mitad de sus veintes o en la primera mitad de sus treinta.

En el pasillo que conduce a las demás habitaciones, duda por un momento pero al final no abre las puertas. Es bastante sabio. Además de la sala y la puerta principal, el pasillo lleva a otras partes de la casa que tienen un sistema de defensa bastante completo. Incluso si golpea las puertas con toda su fuerza, sería incapaz de sacar algo de tu casa. Llega a la puerta principal, justo frente a ella, y se queda parado ahí por cinco minutos completos.

177 está de espaldas a la paloma sagrada, no puedes ver su expresión sino tan solo sus movimientos. Levanta y baja la mano, la extiende y la retrae, aprieta un puño a su costado (otra acción que es notablemente humana). Los demonios normales no forman puños con las manos, la acción hace que sus garras se les claven a sí mismos. Obviamente ha invertido mucho esfuerzo en su escape, pero pierde el tiempo parado ahí sin hacer nada a tan solo un paso de distancia de lograr el éxito, es como si temiera algo. No sabes a qué le tiene miedo. Vio el exterior cuando lo trajiste, ¿no es así?

Al minuto seis, finalmente sujeta el pomo de la puerta y lo gira lentamente. La puerta se abre, no estaba cerrada con seguro.

Otra paloma sagrada descansa sobre una rama en el jardín, y con ella, puedes ver el rostro de 177. No hay miedo en su expresión, solo un tipo de “incertidumbre” como si no estuviera seguro de qué hacer. Lentamente levanta un pie hacia el frente, ve su afilada garra del pie apuntar hacia la alfombrilla tendida en el exterior de la casa, y con cuidado lo baja. Parpadea y observa su pie como si se sorprendiera de que nada ha sucedido.

El viento nocturno sopla la veleta de la casa y la campanilla de viento hecha de viejas tapas de botellas que cuelga en el alfeizar de la ventana de la casa vecina. Ding, dang. 177 da un brinco y tropieza con las cadenas. Se va de espaldas sobre tu piso, agita las manos en el aire, rasguña frenéticamente la puerta y el marco, parece un gato lanzado en el agua. Tu puerta tiene una plegaria exorcista, pero aún así el demonio abraza el panel como si caer fuese un destino más terrible que ser quemado en carne viva por las plegarias. Esta lucha innecesaria dura al menos unos cuantos segundos hasta que finalmente se suelta y cae por completo al piso.

177 se convierte en un extraño paquete que automáticamente se envuelve al aterrizar. Rueda desesperadamente en una bola, abrazándose la cabeza, arqueando la espalda y con las rodillas presionadas contra el pecho. Por los músculos en la espalda puedes ver que su corazón salta agitadamente. Está temblando pero no jadea. Por el contrario, parece intentar ocultar su respiración, hecho una bola y acurrucándose aún más, intentando desaparecer en el piso. Los músculos del cuerpo están tan tensos que sospechas que incluso si en este momento le dieras una fuerte patada, solo patearías un costado en lugar de exitosamente lanzar a un lado este paquete.

Moretones.

Sin pensarlo, una imagen como esta se ha formado en tu mente. Piensas en los moretones en las rodillas de 177. Las has visto aparecer dos veces ya, una vez la noche que lo follaste cuatro veces seguidas, y la otra el primer día que lo conociste. Recuerdas el primer día, el vientre y la espalda tenían largas manchas de un tono azul purpureo; como un fruto aplastado, el color muy oscuro y el interior podrido.

A juzgar por el tamaño y ubicación de aquellos rastros, es probable que dicho “paquete” si sea posible de lanzar a patadas.

*

Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: PastTimer [Wattpad]

Notas de traducción:
-Veleta: “Una veleta es un dispositivo giratorio que consta de una placa que gira libremente, un señalador que indica la dirección del viento y una cruz horizontal que indica los puntos cardinales. El motivo puede ser muy variado (figuras de animales, antropomorfas, entre otros).” [Wikipedia]

Comentario personal: Por cierto, el arte/ilustración de la casa pertenecer a la publicación del libro impreso en 2017 (me parece que fue incluida como postal o algo así). Como aún nos falta conocer más sobre la casa (y la interacción de los protagonistas) decidí cortar la imagen para que se vea el baño+pasillo+sala (y lo demás no) y así se puedan dar una mejor idea del lugar.

Y así comienza el “exitoso” escape de 177. ¿Qué será de él?
¿Tendremos una larga persecución a lo largo de la calle? ¿Se escabullirá definitivamente de nuestro sacerdote? ¿O Enoc se cansará de este “paseo” y recogerá a su demonio-mascota para llevarlo de vuelta a casa? ¿Qué será-será?

Y al final, es un hecho que el demonio sufrió de mucho maltrato, aquí otra evidencia. Pobrecillo. Necesitamos saber por qué tiene tantos rasgos “humanos”, ¿y cuál será su edad real?

Pasando a otros temas... Por ahora no puedo pensar en alguna recomendación o cosa curiosa por mencionar. Perdón por la falta de aporte.

Por sus visitas, gracias. Hasta la próxima.

1 comentario:

  1. Está bien raro también el personaje del demonio. Creo que debe ser habilidad del autor, no soltarle al lector todo de golpe, y además lograr que ese misterio jugue un papel en la trama. Es bueno, me agrada este sujeto, ¿o sujeta? Jeje. A ver qué pasa. En definitiva es mejor que la versión de las piernas cercenadas.

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