Capítulo 129: Mejor afrontarlo que evitarlo

En los siguientes tres días, Gu Hai realmente no comió nada, y siendo más precisos, en ningún momento abandonó la habitación. Cuando a Bai Luoyin le daban la solución intravenosa con distintos nutrientes, Gu Hai estuvo a su lado recibiendo el mismo procedimiento. El médico no podía soportarlo más y se quejó lanzando dos preguntas, “Muchacho, ¿cómo puedes ser tan perezoso? ¿Toma tanto esfuerzo el bajar e ir a buscar algo para comer?”

Gu Hai no dijo nada. Extendió su brazo y elevó la barbilla, Si te digo que pongas la aguja, entonces hazlo. No es como si no fuera a pagar.

Después de tres días de tratamiento, el cuerpo de Bai Luoyin ya estaba casi recuperado, a excepción de algunos de sus movimientos que seguían siendo un tanto torpes. Una vez que su fuerza física volvió, el hambre le siguió inmediatamente, por lo que Bai Luoyin comprendió la sensación de tener un estomago vacio. Para él, lo mejor era estar acostado en la cama cada día, cada vez que tenía hambre dormía, y así pasó lentamente el tiempo. Pero para Gu Hai, una persona perfectamente saludable que además tenía que cuidar de un paciente enfermo todos los días, el hambre era simplemente una tortura.

“Deberías de ir a comer”, dijo Bai Luoyin.

Gu Hai negó con la cabeza mientras se recargaba contra la cabecera de la cama; sus ojos estaban ligeramente entrecerrados, quién sabe en qué estaría pensando.

“Lo hecho, hecho está. Lastimarte y torturarte no sirve de nada. Simplemente ve a comer, incluso si mueres de hambre, no cambiará nada en absoluto.”

El rostro de Gu Hai se veía un poco pálido, probablemente a lo ocurrido en los últimos días.

“No pretendo lastimarme o torturarme para ganar tu confianza. Es solo que no tengo hambre.”

Bai Luoyin no dijo nada más y simplemente cerró los ojos; entonces sintió dos manos sobre su cintura.

El doctor estaba por aplicarle de nuevo la medicina.

Las primeras veces que se la aplicó, fueron los momentos más incómodos que había experimentado en su vida; después de todo, el doctor también era hombre. Que su extremo posterior fuese tocado por otro hombre no era nada glorioso o de lo que estar orgulloso, especialmente cuando la lesión había ocurrido de una forma tan humillante. Así pues, cada vez que el doctor se presentaba, Bai Luoyin se cubría la cabeza con una almohada, y cuando el doctor le hacía una pregunta, él no contestaba.  

Afortunadamente, el doctor era una buena persona con una gran ética de trabajo y él no solo jamás se burló o ridiculizó a Bai Luoyin, sino que también le informó de muchas cosas a tener en cuenta, le habló sobre como tener relaciones sexuales de forma saludable y armoniosa, así como mencionar algunos de los otros casos con lo que se había encontrado en el pasado. Aunque probablemente decir esto ahora no era apropiado y fuera de lugar, no obstante, hacer esto disipó muchas de las preocupaciones de Bai Luoyin.

Por lo tanto, Bai Luoyin ya no usó una almohada para cubrirse la cabeza e incluso le dijo algunas palabras de cortesía al doctor cuando este se marchó.

Sin embargo, la comunicación entre él y Gu Hai seguía siendo mínima.

En estos tres días, sus conversaciones consistieron en no más de diez oraciones.

Si Bai Luoyin no tomaba la iniciativa de abrir la boca y decir algo, Gu Hai tampoco decía nada. Ocasionalmente, le preguntaba si necesitaba usar el baño y si Bai Luoyin no respondía, significaba que no necesitaba nada, en cambio si quería ir, él directamente intentaba levantar su cuerpo por un segundo. Gu Hai naturalmente iba al otro lado de la cama, y le ayudaba a levantarse.

En la noche antes de dormir, como de costumbre, Gu Hai acercó un recipiente con agua caliente y limpió el cuerpo de Bai Luoyin.

Bai Luoyin habló, “No es necesario que me limpies hoy, de cualquier forma me iré pronto a casa. No importa estar un poco sucio, simplemente tomaré un baño al llegar.”

La mano de Gu Hai se detuvo a medio camino en el aire, dudó unos cuantos segundos antes de levantar la cobija.

“En cualquier caso, te irás pronto. Si puedo limpiarte unas veces más, tomaré la oportunidad; después, aunque quiera, ya no podré hacerlo.”

Bai Luoyin no dijo nada más y simplemente cerró los ojos. Con la cálida toalla frotando su cuerpo, rápidamente entró a la tierra de los sueños.

Al terminar, Gu Hai miró fijamente el rostro durmiente de Bai Luoyin por largo tiempo y sin poder evitarlo, le dio un beso. De pronto, sintió que hacer algo así algo en este momento solo le hacía las cosas más difíciles, así que se obligó a sí mismo a salir de la cama.

A mitad de la noche despertó Bai Luoyin mientras que Gu Hai dormía. Al ver aquel rostro durmiente tan cerca de la suya, él ya no pudo volver a dormir.


Desde que había sido traído aquí, esta era la primera vez que le veía dormir. En el pasado, cada vez que despertaba, los ojos de Gu Hai ya estaban abiertos; algunas veces se encontraba parado frente a la ventana, en otras estaba sentado sobre la cama, pero casi siempre se encontraba acostado a su lado, mirándole con aquellos ojos oscuros.

Una noche, Bai Luoyin le preguntó, “¿Por qué no duermes?”

En ese momento, Gu Hai no respondió, y más tarde cuando Bai Luoyin dormía, Gu Hai habló.

“Quiero prolongar el tiempo que tengo contigo.”

Hoy, él probablemente estaba exhausto, pues al pasar varios días sin comer nada sustancial, ¡sería extraño que fuese capaz de soportarlo!

* * *

A la mañana siguiente el doctor llegó para realizar una revisión y con gran felicidad le dio una palmada en el trasero a Bai Luoyin.

“¡La constitución física del los jóvenes realmente es sorprendentes! De acuerdo a tu lesión, esperaba que necesitases unos días más pero ahora puedo ver que ya no hay ningún problema. Cuando regreses, intenta tener tanto descanso como te sea posible y recuerda aplicar la medicina a tiempo.”

Por primera vez, Bai Luoyin se incorporó y se paró frente al doctor, de inmediato le dio hizo la pregunta más urgente que tenía.

“¿Ya puedo comer algo?”

“Eso...” el doctor dudó por un segundo, “No debería de haber algún problema, pero intenta comer poco e ingiere alimentos licuados, vegetales y frutas. Además, limita el consumo de comida picante.”

Bai Luoyin sonrió y asintió con la cabeza, “Entendido.”

El doctor le dio unas palmadas en el hombro. “Entonces, me retiro ahora. Después, si hay algún problema, no dudes en llamarme.”

Bai Luoyin encaminó al doctor hacia la puerta principal, “Vaya con cuidado.”

“Está bien, no es necesario que me despidas. Regresa.”

De vuelta a la habitación, Gu Hai estaba inmóvil junto a la pared. Desde que el doctor había llegado y hasta que se fue, no cambio de postura ni dijo una sola palabra.

Bai Luoyin estaba por empacar sus cosas cuando Gu Hai señaló una maleta cerca de la mesa de noche y habló, “Tus cosas ya han sido empacadas.”

Bai Luoyin tomó la maleta y caminó hacia la puerta principal para cambiarse de zapatos; la sensación de poder abandonar la cama y salir de la habitación eran increíbles.

Gu Hai también había empacado sus propias pertenencias. Este departamento le pertenecía a su prima y él solo lo había pedido prestado. Ahora que Bai Luoyin se marchaba, no había necesidad de quedarse aquí.

Los dos fueron juntos hasta la planta baja en silencio. Frente a ellos estaba la calle principal y casi cada segundo pasaba un taxi; para abordar uno, solo era necesario hacer una señal con la mano.

Bai Luoyin dio unos pasos al frente y cuando estaba por levantar la mano, Gu Hai lo detuvo.

“¿En verdad quieres irte?”

Bai Luoyin giró su cabeza para mirarle, sus ojos mostraban cierto grado de determinación.

“Desde antes de haber hecho algo así, debiste de haber pensado en las consecuencias. Ahora tienes que afrontarlas.”

Gu Hai dudó por algunos segundos, pero al final le soltó.

Entonces sacó la billetera de su bolsillo y de ella extrajo dinero y se lo entregó.

“Olvidé poner algo de dinero en tu equipaje. Guárdalo para el taxi.”

Al terminar, se dio la vuelta y se marchó.

Bai Luoyin la espalda de Gu Hai alejarse. Parecía fuerte y determinada, pero también solitaria y desolada al mismo tiempo, le vio hasta que la imagen se volvió borrosa y desapareció de su línea de visión.

Ya en el taxi, Bai Luoyin abrió la maleta.

En el interior estaba la medicina; los envases y frascos fueron todos cambiados y reemplazados, esto quizás por temor a que la familia de Bai Luoyin pudiera verlos. Habían varias piezas de ropa, toda ella estaba limpia. Debajo había algo caliente, Bai Luoyin lo sacó para ver y se encontró con que eran cajas de almuerzo envuetas cuidadosamente. Las abrió y, como el doctor había indicdo, eran gachas de arroz y algunos platillos comunes, que para Bai Luoyin, alguien que no había comido durante tres días, esto ya era la comida más deliciosa...

Después de haber comido y bebido, Bai Luoyin no fue directamente a su casa sino que fue a buscar a alguien.

*  *  *

Después de lo sucedido aquel día, Shi Hui era incapaz de salir de la sombra de aquella oscura escena. Todo su ser estaba inusualmente deprimido. No quería hablar con nadie, simplemente permanecía en silencio y en aturdimiento. Sus padres, al ver el estado de su preciosa hija, se pusieron muy ansiosos y buscaron la ayuda de distintos psiquiatras para que los asesoraran, pero no hubo ninguna mejora.

No fue sino hasta que la niñera de la familia se acercó y le dijo a Shi Hui que había llegado alguien a buscarla, cuyo nombre era Bai Luoyin.

El rostro de Shi Hui que llevaba pálido por varios días, finalmente mostró un poco de color

Ella rápidamente se cambió de zapatos y corrió hacia la puerta.

Cuando Bai Luoyin la vio, a su ex-novia quien había sido testigo de como él era xxxx por otro hombre, no se sintió avergonzado o nervioso, como lo había imaginado, sino que por el contrario, se encontraba excepcionalmente tranquilo.

En cambio, era Shi Hui quien no podía controlar sus emociones. En el momento en que le vió, comenzó a llorar.

“Dime que lo que vi ese día, fue falso.”

Bai Luoyin permaneció en silencio por largo tiempo, entonces habló con calma, “Lo que viste fue real.”

Shi Hui fue y fueriosamente le dio de golpes en el pecho, con cada puñetazo sacaba el resentimiento que se había instalado en su corazón.

“¿Por qué? ¿Por qué te has vuelto así? No te creo. Incluso muerta, no lo creeré.”

Bai Luoyin sujetó los brazos de Shi Hui. En su expresión no había señal de lamento o ternura, y sus palabras no tenían emoción alguna.

“Haz de creerlo incluso si no quieres. La verdad es que la persona que me gusta es Gu Hai.”

Los hombros de Shi Hui temblaron y entre lágrimas, ella le miró directamente a los ojos.

“¿No crees que lo que estás haciendo es particularmente cruel?”

Bai Luoyin sonrió con indiferencia, “Creo que tienes la suficiente fuerza mental para soportarlo. Después de todo, tu misma montaste una escena desvergonzada como ser humillada por aquellas personas la calle.”

Una palidez mortal curbrió el rostro de Shi Hui, ella no podía atreverse a mirarle directamente a los ojos y todas sus ilusiones quedaron hechas trizas.

“¿Cuando lo supiste? ¿Quién te lo dijo?”

“Nadie me lo dijo. Yo mismo me di cuenta. Eres más inteligente que Gu Hai. Cuando él dice una mentira, nunca logra disimular bien.”

La voz de Shi Hui fue sellada con alguna sensación temblorosa al hablar, “Ya que tú... ya que tú lo sabías desde antes, ¿por qué no me expusiste?”

“No quería exponerte. Sé que las chicas pueden ser sensibles y no quería ponerte en evidencia y hacerte sentir avergonzada frente a mí. Al principio, quería esconder este asunto por mi cuenta y pretender que no pasó nada, para entonces hablar contigo y aclarar las cosas para que así pudieras renunciar a mí. Pero al final, no pude hacerlo y pasó todo aquello. Supongo que él estaba más impaciente que yo...”, Bai Luoyin sonrió con amargura.

El espíritu de Shi Hui le abandonó. Aturdida se sentó en un banco de piedra cercano, la sensación que percibió su cuerpo era de frialdad.

“Shi Hui, no tienes por qué ser así. No te estoy insultando, respeto a cada chica, especialmente a quien le gusto. Puedo entender por qué hiciste todo eso, y también tu motivación para hacerme ir al extranjero; todo lo que has hecho por mí lo recordaré. Pero simplemente no me gustas. Espero que tengas el mismo respeto por mí, y respetes mi decisión. Si puedes hacerlo, estaré muy agradecido contigo.”

“Bai Luoyin, has cambiado. ¿A dónde se fue todo tu juicio y racionalidad? ¿Y tus principios?”

“Ahora creo más en mi corazón.”

Si la escena que había atestiguado Shi Hui hace unos días había sido un golpe fatal para ella, ahora esto era el fin del mundo.

Al final, Bai Luoyin le dio un consejo con un amigo.

“Se buena contigo misma, después de todo, en este mundo, tu eres la persona más importante para ti.”

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Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: sae-han01 @ Wattpad / Tumblr
*Nota: Se me olvidó aclarar antes que la censura del 'xxxx' es directo en la novela original, ni la traductora en inglés ni yo lo cambiamos.

Nota personal: Bai Luoyin, si siguieras tu propio consejo no tendríamos historia.... (cofcof love yourself cofcof no a la violencia cof).