Ella suena como si estuviera pidiéndole un bolígrafo.
No es el tono de voz que uno usa para una petición irrazonable. En lugar de incertidumbre contiene solo un poco de vergüenza en la imposición. La pregunta de Yasha es bastante cortés, la cortesía de una dama. Pocas personas tienen algo de conciencia sobre sí mismas; las personas como ella son respetuosas porque han tenido una buena educación, en lugar de porque su interlocutor lo justifique.
329 es muy consciente de sí mismo. Incluso si hubiese sido en el pasado, el año anterior le hizo aprender.
«No quiero tener relaciones sexuales con nadie. Lárgate de mi habitación y déjame dormir un par de horas antes de mi siguiente turno», quiere decir… pero eso sería en balde. Los exiliados pueden, por supuesto, ir con la policía, decirle a un supervisor que han sido atacados, asaltados, robados, golpeados, violados. Esto no tiene ningún otro propósito que perder el tiempo. Si el supervisor está de buen humor, te despedirán con algún tipo de respuesta formal. Si te encuentras con uno que realmente odia las nuevas Leyes de exilio (¡Ustedes, la escoria de la sociedad, merecen morir en el exterior!), el resultado sería mucho peor.
—Por favor, no se preocupe. Tengo quince años. Es perfectamente legal tener relaciones sexuales conmigo —dice Yasha con consideración.
Ajusta su comunicador de pulsera y le muestra su identificación. La fecha de nacimiento realmente parece mostrarla con quince años exactos, hoy es el cumpleaños de la joven. La mayor parte de la identificación había sido difuminada por razones de privacidad, revelando únicamente la fecha y una fotografía del rostro. La chica en la foto sonreía serenamente a 329.
«¿Por qué? ¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué habría de aceptar?», quiere preguntar.
Si pregunta, quizás ella responderá; pero hablar más es igual a más pérdida de tiempo. 329 está sumamente cansado.
—¿Ahora? —pregunta 329.
—Si no es inconveniente —sonríe Yasha.
Otra frase cortés de los bien educados.
Incluso mientras habla, Yasha se ha levantado, abandonando la cama. 329 camina hacia ella y se tiende sobre la espalda, se quita el pantalón, saca un condón de debajo de la almohada. Lo curioso es que… los exiliados tienen que trabajar para poder vivir, pero los omegas entre ellos obtienen condones gratis por parte del gobierno en nombre de la consideración humanista. Pero en realidad es probablemente el mismo concepto que entregar condones gratis en un burdel; son simplemente para evitar enfermedades de transmisión sexual y nada más.
La alfa toma el producto barato pero no hace ademán de usarlo. 329 se pregunta si debería intentar convencerla para que se lo ponga, cuando ella habla.
—¿Puede quitarse por favor el resto de su ropa? O si no, ¿le importaría que yo se la quitara por usted?
329 está usando solo una camiseta sin mangas, exponiendo los hombros y parte del pecho pero parece ser que esta alfa piensa que sigue usando demasiado. Se quita la camiseta y la mete bajo la almohada, esperando que su invitada-no-invitada no se demore demasiado con esto tanto como lo ha hecho con su charla.
Su piel está expuesta al aire, exhibida bajo la tenue luz de la lámpara. De acuerdo al omega estándar, no es un cuerpo que estimule a alguien. No le hacen falta viejas heridas esparcidas en todas partes y tampoco le faltan marcas visibles de agujas. Tratadas con procedimientos primitivos, sin el cuidado de equipo médico, se han convertido en cicatrices desalentadoras y entretejidas con lesiones nuevas. El sangrado subcutáneo se ve aún más brillante contra la pálida piel. Sus codos están raspados, sus rodillas cubiertas con tonos purpureo y azulado. En el fondo espera que esta alfa no sea entusiasta de la copulación a cuatro patas.
Pero si Yasha aún no le ha ordenado que se dé la vuelta y se arrodille, será solo porque también lo está prolongando.
Ella mira a 329 de la cabeza a los pies, su mirada lame cada centímetro de piel. Sus ojos verdes resplandecen bajo la luz de la lámpara, como un lobo en la noche con carne a la vista. La joven alfa parpadea constantemente. La escena ante ella es demasiado estimulante; necesita darse un descanso. Esa boca suya ya no parlotea sin parar. Se abre ligeramente, solo un poco, entonces se cierra abruptamente… la respetable jovencita se apresura a tragar para no babear.
Cuando se lame los labios, parece aún más un gato de raza pura, del tipo con pedigrí que vale decenas de miles de créditos y cuya dieta es más cara que el noventa por ciento de los humanos. Una mascota de alto grado, elegante y majestuosa al comer. Es bastante interesante. Obviamente esta alfa ya está ardiendo en excitación, con las pupilas dilatadas, los pantalones abultados y sin embargo, sus facciones siguen siendo lo suficientemente dulces que podría pasar como alguien inocente incluso estando ardiendo en lujuria, su rostro con los ojos bien abiertos. Coloca una mano bien cuidada sobre el pecho descubierto de 329, gentilmente acaricia las cicatrices y pezones. Su mano es demasiado suave, sus movimientos muy ligeros; el cosquilleo le pone la piel de gallina.
Sus toques delicados como el de una pluma no duran por largo tiempo. Después de una breve misión de exploración, Yasha se monta sobre él. Sus labios y lengua descienden sobre el cuello de 329, lamiendo repetidamente la manzana de Adán, antes de deslizarse hacia abajo. Su boca es tan cauta como la mano, a veces lame, a veces mordisquea, lentamente se va volviendo más urgente y lasciva. Lo que sea que está pensando, lo hace. Está disfrutando bastante de él.
Por alguna razón, a él no le importa.
Quizás es porque Yasha parece estar disfrutándolo bastante. Está a la vez insoportablemente impaciente y al mismo tiempo se lo toma con tranquilidad, como alguien que tararea una canción mientras preparan la cena, el encanto es contagioso. Quizás es porque durante el año pasado, casi nadie le miró a los ojos al hablarle; claro, si no cuentas el abuso verbal u órdenes en su lugar de trabajo entonces nadie lo hizo. Yasha está disfrutando de él, con entusiasmo y satisfacción. No es humillación, tomento o demostración de poder. Es deseo, eso es todo, como una bestia cazando cuando tiene hambre.
Por supuesto, dada la fuerza de sus mordidas, es también como si te mordisquease los dedos una pequeña criatura cuyos dientes apenas están saliendo.
Quizás es otra la otra razón por la que 329 no puede estar furioso. Yasha es realmente joven, ni siquiera tiene la mitad de su edad, o su tamaño corporal. Con brazos y piernas esbeltas, solo le llega a la altura del pecho estando de pie; él podría fácilmente levantarla y darle vueltas en círculos. En lugar de un alfa presionándole, es más bien como si estuviese simplemente posada encima, sin peso alguno, como un pequeño cervatillo. Incluso si este pequeño cervatillo se está preparado para follarle, él no tiene una sensación de inminente violación.
Yasha se ha desabrochado ya el pantalón. Su órgano sexual presionando contra la parte inferior del abdomen de 329, deslizándose arriba y abajo, dejando una línea de marcas húmedas. Sus jadeos largos y pesados; intenta controlar el volumen conteniendo la respiración pero esto no hace más que volverlos más sonoros. El cuerpo con el que había soñado se encuentra tendido y expuesto frente a ella, silenciosamente abierto; como un pescado destripado y sin escamas, extendido sobre una bandeja esperando a ser degustado. A ella les es difícil respirar.
Introduce un dedo en el cuerpo de 329. Su entrada está húmeda; fácilmente logra insertar el dedo medio hasta la base. «Este es el interior de su cuerpo. Estoy tocando sus órganos», piensa, tan deseosa que casi tiembla. Gira el dedo dando círculos. El hombre frente a ella no se mueve pero la cavidad de su cuerpo se contrae un par de veces, chupando su dedo. El cuero cabelludo de Yasha hormiguea. Saca el dedo y se inclina para darle un beso en el rostro, el omega obedientemente separa los labios. Su boca igualmente húmeda, caliente y suave como su parte inferior.
Pero él no tiene una erección.
La mano derecha de Yasha había estado acariciando la verga de 329 en todo momento. Aplicando una fuerza gentil con la su suave palma de su mano. En teoría no debería de haber algún problema. Ella le mira a la cara con aprehensión. 329 también le mira, sus ojos grises son como la niebla matutina en las ventanas de vidrio.
—No te preocupes —se detiene para enseguida proseguir con desdén—. Los omegas son así.
Sí, los omegas son así. No se excitan fácilmente a excepción del periodo de celo; provocar el orgasmo de un omega en cualquier otro momento es más difícil que prender a un beta. Requiere paciencia, habilidad y quizás incluso un poco de sentimientos efectivos.
329 ha recibido una gran cantidad de lesiones, en sus manos y pies, en su torso, en sus zonas sensibles. Aquellas experiencias le han hecho muy bueno en cuanto a la resistencia del dolor pero en cambio le han adormecido el sentido del tacto. A sus pezones le toman largo tiempo endurecerse; incluso después de varios minutos de caricias, su pene solo está medio erecto, tan fofo como la corriente de agua en la ducha. Pero él está húmedo, simplemente como una medida de auto defensa de su cuerpo en lugar del resultado de la excitación sexual.
A la mayoría de los alfas no les importa si él está excitado. A un pequeño número, por otra parte, les importa mucho pero no por consideración hacia su persona sino más bien como una demostración de la propia dignidad. Aquellos consideran que su técnica es la más sobresaliente, sus vergas gruesas; a toda costa deben hacer que un omega se venga una y otra vez. Pero si aquel que recibe no parece lo suficientemente satisfecho, su reacción no es nada menos que un insulto.
—Olvídalo, a los omegas no se les para fácilmente —dice 329—. Estoy lo suficientemente húmedo, ¡hazlo ya!
No quería que ella siguiera perdiendo el tiempo. De ser necesario, él hará algunos sonidos aunque no pueda estar seguro de tener la energía suficiente para actuar. Es una lástima que tenga un pene o si no le sería más fácil fingir orgasmos.
Afortunadamente, la joven alfa le cree.
Desvió su atención de la verga de 329, se pone el condón e intenta levantarle el muslo... lo cual resulta todo un reto. Obviamente, ella se encuentra a mitad de su crecimiento y por lo visto no está acostumbrada al trabajo físico; 329 piensa que si él realmente intentara colocar ambas piernas sobre los hombros de esta, el peso la aplastaría. Yasha hace un puchero con irritación y entonces juguetea una vez más con su comunicador de pulsera.
El comunicador de pulsera parpadea y un fulgor de luz envuelve la mano de Yasha. La pierna de 329 es levantada fácilmente, como algo más sosteniéndole en el aire. El sabe lo que es esto: un XT-21, un modelo militar. Con este “guante”, un niño puede levantar un camión. Es un producto caro, en teoría no está disponible a la venta. Los equipos de ruptura del Cónsul lo usan para suprimir a los rebeldes y exterminar a los mutantes; la chica frente a él lo usa para levantar la pierna de un omega.
329 lo encuentra hilarante. Pero la joven le besa el muslo y comienza a follarlo.
Yasha jadea incontrolablemente.
La suave carne se presiona contra ella en cada dirección, rodeándola, deliciosamente dulce. El placer es tan intenso como balas atravesándola. El muslo del omega se adhiere a su mano, el músculo se tensa contra su palma. Quiere morderlo. Yasha se arrodilla entre las piernas de este hombre, como si estuviese en el asiento de honor, aquel cuerpo presentado para su deleite.
Las líneas de los músculos son sublimes, más resistentes que las de un omega promedio, y sin embargo, no tan toscas como las de un alfa. Aquellas cicatrices son adecuadas, como un bosque después de los estragos de un huracán, como las ruinas dejadas tras el paso de las detonaciones de la guerra. El cabello es como oro escarchado. Su rostro es tan atractivo, adorable, perfecto. Yasha piensa que la palabra “perfecto” ha sido hecha para él. Si él fuese a cambiar, entonces el estándar de “perfecto” debería cambiar también. Ahí, él tendido sobre las sabanas desgastadas por el lavado, con el cabello aún con gotas de agua, húmedo y delicioso, es como un banquete enviado por el cielo y colocado en el lugar equivocado.
Gracias por tu hospitalidad.
Yasha le embiste hasta hacerle temblar y 329 sujeta el borde de la cama, el catre gime bajo el peso de ambos. Ella extiende una mano para tocar la parte donde ambos se unen, ungiendo el fluido sobre él hacia arriba hasta que la parte inferior del abdomen brilla como un gladiador frotado con aceite. La chica mira vorazmente cada una de las heridas, cada lesión reciente. Se siente como verter una botella de bebida carbonatada sobre las fibras de su corazón; ya sea por dolor o éxtasis, no puede distinguir la razón. Es tan hermoso, piensa.
—Es muy hermoso —dice ella.
El hombre mayor parpadea, evasivo.
Él solo le mira, sin responder.
Incluso esto es suficiente para casi hacer que el corazón de Yasha se le salga del pecho. Quiere desgarrarle salvajemente, morderle hasta hacerle sangrar, escucharle llorar y gritar, y al mismo tiempo no puede soportar dejarle una sola marca de sus dientes. Él le mira. Esto le hace querer sentir su propio cabello… ¿se habrá despeinado? ¿Habrá hecho algún sonido impropio o alguna expresión tonta? Si es así, no podría evitarlo. Él está tumbado bajo ella en carne y hueso, esto es mejor que cualquier sueño erótico, mejor que cualquier simulación. Yasha se ha unido a él (a través de una capa de látex, una verdadera lástima), ha tocado su piel y sus entrañas. El pensamiento rápidamente la lleva al clímax.
Esa noche follaron dos veces.
La primera vez terminó bastante rápido. Al acabar, la chica colapsó jadeando sobre el pecho de 329 e incluso se disculpó por su insatisfactorio desempeño.
—Me hace falta experiencia práctica —dice avergonzada —. ¡No será así la próxima vez!
En la siguiente, abotonó el interior de 329. Eligió cuidadosamente una posición lateral, así no se cansarían demasiado incluso si pasaban media hora de tal manera.
Considerándolo todo, no estuvo mal.
La chica fue lo suficientemente entusiasta que 329 no necesitó contribuir con algún sonido. Las dos rondas de sexo no podrían ser descritas como cómodas pero tampoco fueron dolorosas… fueron perfectamente comunes, gracias al cielo y a la tierra. Yasha pasó todo el tiempo completamente vestida; solo después, cuando comenzó a abotonarlo en la segunda ronda, pareció recordar algo y al instante se desnudó por completo. La pequeña alfa desnuda sujetó el muslo de 329, frotándose contra él, suspirando con satisfacción, como si hubiese saltado en la cama después de un largo y agotador día, y le estuviese dando un abrazo a su cobija.
Su cabeza lanuda choca contra la espalda de 329, su piel tan suave como la seda. Sus pequeños pechos presionados contra él, tersos como sus labios.
—¿Sabes? ¡Hoy es mi cumpleaños! —dice Yasha tras besarle intermitente en la espalda.
«¿Y qué, se supone que te de un regalo?», piensa 329.
—Jamás he tenido un cumpleaños mejor —suspira Yasha.
«Una extraña entra ilegalmente a mi casa y me folla para celebrar su cumpleaños», piensa 329. Pero como antes, no está enfadado… simplemente lo encuentra gracioso. Quizás es porque hay demasiadas cosas por las que estar furioso; se desgastaría el mismo si tratase de ir tras cada una de ellas. Una violadora cortés no es demasiado, dentro del gran conjunto de artimañas. Y posiblemente es la propia Yasha. Quién sabrá si existe algo como una princesa nacida de forma natural, joven y dulce, ingenua e inocente, quien se apropia de todo como si fuese suyo por derecho.
Los ojos de 329 se comienzan a cerrar.
Está tremendamente aletargado. No tiene la intención de volver a bañarse. Así está lo suficientemente bien. La alfa sigue dentro de él, y sin embargo, sus caricias y besos parecen suaves e inocentes, como si acicalara a su mascota.
—Quiero darte un regalo —dice ella—. ¿Qué te gustaría?
«¿Qué es esto? ¿Indemnización por daño emocional o la paga de un chulo?» Una vez más, 329 tiene la sensación de absurdidez. Infinidad de veces ha sido llamado “perra”, pero lo cierto es que él no se prostituye. Veras, si alguien quiere follarlo, no paga. Él sale gratis. Los exiliados deben pagar exorbitantes fianzas para disminuir su sentencia. Cada mes, los créditos se transfieren automáticamente de su cuenta y esta misma también recibe una rigurosa inspección: cada suma debe ser legal. La prostitución comercial es una transacción ilegal.
—Ocho horas de sueño —termina diciendo.
Para cuando el asentimiento de la chica se difuma tras su espalda, 329 no lo registra con claridad.
Al día siguiente, cuando 329 despierta en su habitación, su comunicador de pulsera le dice que son las diez de la mañana. Su alarma a las cinco y media no sonó. Con fuerza cierra los ojos otra vez, se queda acostado en la cama un poco más de tiempo y entonces se levanta y se prepara para salir.
Lleva cuatro horas tarde. Su jefe le despedirá sin duda y lo más probable es que se negará a pagarle el salario de este mes. De cualquier forma necesita ir ya que ellos tienen su depósito. 329 se lava y camina al trabajo que se encuentra a cinco cuadras de distancia. Sorprendentemente no hay gente ahí. Todas las tiendas en la calle están cerradas, hay avisos escritos a mano pegados en las puertas.
—Escuché que los filtros se descompusieron —se queja un transeúnte—. No hay agua ni electricidad. No tengo idea de cuánto tiempo tendrán que dejar de trabajar.
El corte de agua y electricidad dura solamente un día. A la mañana siguiente, cuando 239 va a trabajar, su jefe ni siquiera parece darse cuenta de que el día anterior había llegado tarde.
No es el tono de voz que uno usa para una petición irrazonable. En lugar de incertidumbre contiene solo un poco de vergüenza en la imposición. La pregunta de Yasha es bastante cortés, la cortesía de una dama. Pocas personas tienen algo de conciencia sobre sí mismas; las personas como ella son respetuosas porque han tenido una buena educación, en lugar de porque su interlocutor lo justifique.
329 es muy consciente de sí mismo. Incluso si hubiese sido en el pasado, el año anterior le hizo aprender.
«No quiero tener relaciones sexuales con nadie. Lárgate de mi habitación y déjame dormir un par de horas antes de mi siguiente turno», quiere decir… pero eso sería en balde. Los exiliados pueden, por supuesto, ir con la policía, decirle a un supervisor que han sido atacados, asaltados, robados, golpeados, violados. Esto no tiene ningún otro propósito que perder el tiempo. Si el supervisor está de buen humor, te despedirán con algún tipo de respuesta formal. Si te encuentras con uno que realmente odia las nuevas Leyes de exilio (¡Ustedes, la escoria de la sociedad, merecen morir en el exterior!), el resultado sería mucho peor.
—Por favor, no se preocupe. Tengo quince años. Es perfectamente legal tener relaciones sexuales conmigo —dice Yasha con consideración.
Ajusta su comunicador de pulsera y le muestra su identificación. La fecha de nacimiento realmente parece mostrarla con quince años exactos, hoy es el cumpleaños de la joven. La mayor parte de la identificación había sido difuminada por razones de privacidad, revelando únicamente la fecha y una fotografía del rostro. La chica en la foto sonreía serenamente a 329.
«¿Por qué? ¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué habría de aceptar?», quiere preguntar.
Si pregunta, quizás ella responderá; pero hablar más es igual a más pérdida de tiempo. 329 está sumamente cansado.
—¿Ahora? —pregunta 329.
—Si no es inconveniente —sonríe Yasha.
Otra frase cortés de los bien educados.
Incluso mientras habla, Yasha se ha levantado, abandonando la cama. 329 camina hacia ella y se tiende sobre la espalda, se quita el pantalón, saca un condón de debajo de la almohada. Lo curioso es que… los exiliados tienen que trabajar para poder vivir, pero los omegas entre ellos obtienen condones gratis por parte del gobierno en nombre de la consideración humanista. Pero en realidad es probablemente el mismo concepto que entregar condones gratis en un burdel; son simplemente para evitar enfermedades de transmisión sexual y nada más.
La alfa toma el producto barato pero no hace ademán de usarlo. 329 se pregunta si debería intentar convencerla para que se lo ponga, cuando ella habla.
—¿Puede quitarse por favor el resto de su ropa? O si no, ¿le importaría que yo se la quitara por usted?
329 está usando solo una camiseta sin mangas, exponiendo los hombros y parte del pecho pero parece ser que esta alfa piensa que sigue usando demasiado. Se quita la camiseta y la mete bajo la almohada, esperando que su invitada-no-invitada no se demore demasiado con esto tanto como lo ha hecho con su charla.
Su piel está expuesta al aire, exhibida bajo la tenue luz de la lámpara. De acuerdo al omega estándar, no es un cuerpo que estimule a alguien. No le hacen falta viejas heridas esparcidas en todas partes y tampoco le faltan marcas visibles de agujas. Tratadas con procedimientos primitivos, sin el cuidado de equipo médico, se han convertido en cicatrices desalentadoras y entretejidas con lesiones nuevas. El sangrado subcutáneo se ve aún más brillante contra la pálida piel. Sus codos están raspados, sus rodillas cubiertas con tonos purpureo y azulado. En el fondo espera que esta alfa no sea entusiasta de la copulación a cuatro patas.
Pero si Yasha aún no le ha ordenado que se dé la vuelta y se arrodille, será solo porque también lo está prolongando.
Ella mira a 329 de la cabeza a los pies, su mirada lame cada centímetro de piel. Sus ojos verdes resplandecen bajo la luz de la lámpara, como un lobo en la noche con carne a la vista. La joven alfa parpadea constantemente. La escena ante ella es demasiado estimulante; necesita darse un descanso. Esa boca suya ya no parlotea sin parar. Se abre ligeramente, solo un poco, entonces se cierra abruptamente… la respetable jovencita se apresura a tragar para no babear.
Cuando se lame los labios, parece aún más un gato de raza pura, del tipo con pedigrí que vale decenas de miles de créditos y cuya dieta es más cara que el noventa por ciento de los humanos. Una mascota de alto grado, elegante y majestuosa al comer. Es bastante interesante. Obviamente esta alfa ya está ardiendo en excitación, con las pupilas dilatadas, los pantalones abultados y sin embargo, sus facciones siguen siendo lo suficientemente dulces que podría pasar como alguien inocente incluso estando ardiendo en lujuria, su rostro con los ojos bien abiertos. Coloca una mano bien cuidada sobre el pecho descubierto de 329, gentilmente acaricia las cicatrices y pezones. Su mano es demasiado suave, sus movimientos muy ligeros; el cosquilleo le pone la piel de gallina.
Sus toques delicados como el de una pluma no duran por largo tiempo. Después de una breve misión de exploración, Yasha se monta sobre él. Sus labios y lengua descienden sobre el cuello de 329, lamiendo repetidamente la manzana de Adán, antes de deslizarse hacia abajo. Su boca es tan cauta como la mano, a veces lame, a veces mordisquea, lentamente se va volviendo más urgente y lasciva. Lo que sea que está pensando, lo hace. Está disfrutando bastante de él.
Por alguna razón, a él no le importa.
Quizás es porque Yasha parece estar disfrutándolo bastante. Está a la vez insoportablemente impaciente y al mismo tiempo se lo toma con tranquilidad, como alguien que tararea una canción mientras preparan la cena, el encanto es contagioso. Quizás es porque durante el año pasado, casi nadie le miró a los ojos al hablarle; claro, si no cuentas el abuso verbal u órdenes en su lugar de trabajo entonces nadie lo hizo. Yasha está disfrutando de él, con entusiasmo y satisfacción. No es humillación, tomento o demostración de poder. Es deseo, eso es todo, como una bestia cazando cuando tiene hambre.
Por supuesto, dada la fuerza de sus mordidas, es también como si te mordisquease los dedos una pequeña criatura cuyos dientes apenas están saliendo.
Quizás es otra la otra razón por la que 329 no puede estar furioso. Yasha es realmente joven, ni siquiera tiene la mitad de su edad, o su tamaño corporal. Con brazos y piernas esbeltas, solo le llega a la altura del pecho estando de pie; él podría fácilmente levantarla y darle vueltas en círculos. En lugar de un alfa presionándole, es más bien como si estuviese simplemente posada encima, sin peso alguno, como un pequeño cervatillo. Incluso si este pequeño cervatillo se está preparado para follarle, él no tiene una sensación de inminente violación.
Yasha se ha desabrochado ya el pantalón. Su órgano sexual presionando contra la parte inferior del abdomen de 329, deslizándose arriba y abajo, dejando una línea de marcas húmedas. Sus jadeos largos y pesados; intenta controlar el volumen conteniendo la respiración pero esto no hace más que volverlos más sonoros. El cuerpo con el que había soñado se encuentra tendido y expuesto frente a ella, silenciosamente abierto; como un pescado destripado y sin escamas, extendido sobre una bandeja esperando a ser degustado. A ella les es difícil respirar.
Introduce un dedo en el cuerpo de 329. Su entrada está húmeda; fácilmente logra insertar el dedo medio hasta la base. «Este es el interior de su cuerpo. Estoy tocando sus órganos», piensa, tan deseosa que casi tiembla. Gira el dedo dando círculos. El hombre frente a ella no se mueve pero la cavidad de su cuerpo se contrae un par de veces, chupando su dedo. El cuero cabelludo de Yasha hormiguea. Saca el dedo y se inclina para darle un beso en el rostro, el omega obedientemente separa los labios. Su boca igualmente húmeda, caliente y suave como su parte inferior.
Pero él no tiene una erección.
La mano derecha de Yasha había estado acariciando la verga de 329 en todo momento. Aplicando una fuerza gentil con la su suave palma de su mano. En teoría no debería de haber algún problema. Ella le mira a la cara con aprehensión. 329 también le mira, sus ojos grises son como la niebla matutina en las ventanas de vidrio.
—No te preocupes —se detiene para enseguida proseguir con desdén—. Los omegas son así.
Sí, los omegas son así. No se excitan fácilmente a excepción del periodo de celo; provocar el orgasmo de un omega en cualquier otro momento es más difícil que prender a un beta. Requiere paciencia, habilidad y quizás incluso un poco de sentimientos efectivos.
329 ha recibido una gran cantidad de lesiones, en sus manos y pies, en su torso, en sus zonas sensibles. Aquellas experiencias le han hecho muy bueno en cuanto a la resistencia del dolor pero en cambio le han adormecido el sentido del tacto. A sus pezones le toman largo tiempo endurecerse; incluso después de varios minutos de caricias, su pene solo está medio erecto, tan fofo como la corriente de agua en la ducha. Pero él está húmedo, simplemente como una medida de auto defensa de su cuerpo en lugar del resultado de la excitación sexual.
A la mayoría de los alfas no les importa si él está excitado. A un pequeño número, por otra parte, les importa mucho pero no por consideración hacia su persona sino más bien como una demostración de la propia dignidad. Aquellos consideran que su técnica es la más sobresaliente, sus vergas gruesas; a toda costa deben hacer que un omega se venga una y otra vez. Pero si aquel que recibe no parece lo suficientemente satisfecho, su reacción no es nada menos que un insulto.
—Olvídalo, a los omegas no se les para fácilmente —dice 329—. Estoy lo suficientemente húmedo, ¡hazlo ya!
No quería que ella siguiera perdiendo el tiempo. De ser necesario, él hará algunos sonidos aunque no pueda estar seguro de tener la energía suficiente para actuar. Es una lástima que tenga un pene o si no le sería más fácil fingir orgasmos.
Afortunadamente, la joven alfa le cree.
Desvió su atención de la verga de 329, se pone el condón e intenta levantarle el muslo... lo cual resulta todo un reto. Obviamente, ella se encuentra a mitad de su crecimiento y por lo visto no está acostumbrada al trabajo físico; 329 piensa que si él realmente intentara colocar ambas piernas sobre los hombros de esta, el peso la aplastaría. Yasha hace un puchero con irritación y entonces juguetea una vez más con su comunicador de pulsera.
El comunicador de pulsera parpadea y un fulgor de luz envuelve la mano de Yasha. La pierna de 329 es levantada fácilmente, como algo más sosteniéndole en el aire. El sabe lo que es esto: un XT-21, un modelo militar. Con este “guante”, un niño puede levantar un camión. Es un producto caro, en teoría no está disponible a la venta. Los equipos de ruptura del Cónsul lo usan para suprimir a los rebeldes y exterminar a los mutantes; la chica frente a él lo usa para levantar la pierna de un omega.
329 lo encuentra hilarante. Pero la joven le besa el muslo y comienza a follarlo.
Yasha jadea incontrolablemente.
La suave carne se presiona contra ella en cada dirección, rodeándola, deliciosamente dulce. El placer es tan intenso como balas atravesándola. El muslo del omega se adhiere a su mano, el músculo se tensa contra su palma. Quiere morderlo. Yasha se arrodilla entre las piernas de este hombre, como si estuviese en el asiento de honor, aquel cuerpo presentado para su deleite.
Las líneas de los músculos son sublimes, más resistentes que las de un omega promedio, y sin embargo, no tan toscas como las de un alfa. Aquellas cicatrices son adecuadas, como un bosque después de los estragos de un huracán, como las ruinas dejadas tras el paso de las detonaciones de la guerra. El cabello es como oro escarchado. Su rostro es tan atractivo, adorable, perfecto. Yasha piensa que la palabra “perfecto” ha sido hecha para él. Si él fuese a cambiar, entonces el estándar de “perfecto” debería cambiar también. Ahí, él tendido sobre las sabanas desgastadas por el lavado, con el cabello aún con gotas de agua, húmedo y delicioso, es como un banquete enviado por el cielo y colocado en el lugar equivocado.
Gracias por tu hospitalidad.
Yasha le embiste hasta hacerle temblar y 329 sujeta el borde de la cama, el catre gime bajo el peso de ambos. Ella extiende una mano para tocar la parte donde ambos se unen, ungiendo el fluido sobre él hacia arriba hasta que la parte inferior del abdomen brilla como un gladiador frotado con aceite. La chica mira vorazmente cada una de las heridas, cada lesión reciente. Se siente como verter una botella de bebida carbonatada sobre las fibras de su corazón; ya sea por dolor o éxtasis, no puede distinguir la razón. Es tan hermoso, piensa.
—Es muy hermoso —dice ella.
El hombre mayor parpadea, evasivo.
Él solo le mira, sin responder.
Incluso esto es suficiente para casi hacer que el corazón de Yasha se le salga del pecho. Quiere desgarrarle salvajemente, morderle hasta hacerle sangrar, escucharle llorar y gritar, y al mismo tiempo no puede soportar dejarle una sola marca de sus dientes. Él le mira. Esto le hace querer sentir su propio cabello… ¿se habrá despeinado? ¿Habrá hecho algún sonido impropio o alguna expresión tonta? Si es así, no podría evitarlo. Él está tumbado bajo ella en carne y hueso, esto es mejor que cualquier sueño erótico, mejor que cualquier simulación. Yasha se ha unido a él (a través de una capa de látex, una verdadera lástima), ha tocado su piel y sus entrañas. El pensamiento rápidamente la lleva al clímax.
Esa noche follaron dos veces.
La primera vez terminó bastante rápido. Al acabar, la chica colapsó jadeando sobre el pecho de 329 e incluso se disculpó por su insatisfactorio desempeño.
—Me hace falta experiencia práctica —dice avergonzada —. ¡No será así la próxima vez!
En la siguiente, abotonó el interior de 329. Eligió cuidadosamente una posición lateral, así no se cansarían demasiado incluso si pasaban media hora de tal manera.
Considerándolo todo, no estuvo mal.
La chica fue lo suficientemente entusiasta que 329 no necesitó contribuir con algún sonido. Las dos rondas de sexo no podrían ser descritas como cómodas pero tampoco fueron dolorosas… fueron perfectamente comunes, gracias al cielo y a la tierra. Yasha pasó todo el tiempo completamente vestida; solo después, cuando comenzó a abotonarlo en la segunda ronda, pareció recordar algo y al instante se desnudó por completo. La pequeña alfa desnuda sujetó el muslo de 329, frotándose contra él, suspirando con satisfacción, como si hubiese saltado en la cama después de un largo y agotador día, y le estuviese dando un abrazo a su cobija.
Su cabeza lanuda choca contra la espalda de 329, su piel tan suave como la seda. Sus pequeños pechos presionados contra él, tersos como sus labios.
—¿Sabes? ¡Hoy es mi cumpleaños! —dice Yasha tras besarle intermitente en la espalda.
«¿Y qué, se supone que te de un regalo?», piensa 329.
—Jamás he tenido un cumpleaños mejor —suspira Yasha.
«Una extraña entra ilegalmente a mi casa y me folla para celebrar su cumpleaños», piensa 329. Pero como antes, no está enfadado… simplemente lo encuentra gracioso. Quizás es porque hay demasiadas cosas por las que estar furioso; se desgastaría el mismo si tratase de ir tras cada una de ellas. Una violadora cortés no es demasiado, dentro del gran conjunto de artimañas. Y posiblemente es la propia Yasha. Quién sabrá si existe algo como una princesa nacida de forma natural, joven y dulce, ingenua e inocente, quien se apropia de todo como si fuese suyo por derecho.
Los ojos de 329 se comienzan a cerrar.
Está tremendamente aletargado. No tiene la intención de volver a bañarse. Así está lo suficientemente bien. La alfa sigue dentro de él, y sin embargo, sus caricias y besos parecen suaves e inocentes, como si acicalara a su mascota.
—Quiero darte un regalo —dice ella—. ¿Qué te gustaría?
«¿Qué es esto? ¿Indemnización por daño emocional o la paga de un chulo?» Una vez más, 329 tiene la sensación de absurdidez. Infinidad de veces ha sido llamado “perra”, pero lo cierto es que él no se prostituye. Veras, si alguien quiere follarlo, no paga. Él sale gratis. Los exiliados deben pagar exorbitantes fianzas para disminuir su sentencia. Cada mes, los créditos se transfieren automáticamente de su cuenta y esta misma también recibe una rigurosa inspección: cada suma debe ser legal. La prostitución comercial es una transacción ilegal.
—Ocho horas de sueño —termina diciendo.
Para cuando el asentimiento de la chica se difuma tras su espalda, 329 no lo registra con claridad.
Al día siguiente, cuando 329 despierta en su habitación, su comunicador de pulsera le dice que son las diez de la mañana. Su alarma a las cinco y media no sonó. Con fuerza cierra los ojos otra vez, se queda acostado en la cama un poco más de tiempo y entonces se levanta y se prepara para salir.
Lleva cuatro horas tarde. Su jefe le despedirá sin duda y lo más probable es que se negará a pagarle el salario de este mes. De cualquier forma necesita ir ya que ellos tienen su depósito. 329 se lava y camina al trabajo que se encuentra a cinco cuadras de distancia. Sorprendentemente no hay gente ahí. Todas las tiendas en la calle están cerradas, hay avisos escritos a mano pegados en las puertas.
—Escuché que los filtros se descompusieron —se queja un transeúnte—. No hay agua ni electricidad. No tengo idea de cuánto tiempo tendrán que dejar de trabajar.
El corte de agua y electricidad dura solamente un día. A la mañana siguiente, cuando 239 va a trabajar, su jefe ni siquiera parece darse cuenta de que el día anterior había llegado tarde.
*
Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: Selstarry
Nota de traducción
- Knot: Nudo, anudar, atar… (esto sacado del diccionario eng-esp).
Desde la primera vez que leí una novela ABO y se mencionó esta palabra, por el contexto, me resultó fácil entender pues ¿quién no sabe sobre la reproducción de los canes? Sí, esa fue mi referencia (jaja). El caso es que lo entendí así y jamás busqué el término correcto en español. Hoy voy a buscar y ¿qué me encuentro. ¡Un horrible manual de veterinaria sobre reproducción canina con FOTOS y todo! ¡¡¡Puajjj!! ¡Necesito lavarme los ojos! (Sí, sí, todo profesional pero no sé como los médicos en general soportan ver cosas tan feas como órganos y demás x_x *soydelicada*). En fin, que el dichoso manual no ayudó pero encontré otros sitios donde si se menciona el proceso de fecundación. Y ahí lo encontré..
(Les ahorraré la primera parte): […] “A continuación el perro se gira, lo que conocemos como volteo, momento en el que se completa la erección. La compresión venosa del pene produce la expansión del glande y tiene lugar la emisión de la segunda fracción del eyaculado […]. Después el perro desmonta, quedando unido a la perra en sentidos opuestos. Es el abotonamiento y en esta fase tiene lugar la emisión de la tercera fracción del eyaculado (fracción prostática) […]. Esta fase puede durar entre 20 y 60 minutos hasta que el glande se relaja y el perro se desabotona.”
Me suena super raro llamar “abotonar” pero creo que debo usar el equivalente correcto en español….¿ustedes qué creen? ._.
Comentario personal: Gracias a quienes (a pesar de hacerle el feo a las historias hetero) confían en mi e invierten parte de su tiempo en esta obra. Espero no decepcionarles.
La verdad es que además de ABO BL en las novelas chinas danmei, jamás he leído algo distinto y por eso esta historia me llamó la atención. Intenté buscar algunos mangas del tipo pero no tuve éxito *soytorpe* y no me siento muy alentada a buscar fanfics en wattpad u otros sitios similares. Me encontré con otra novela china GB con un tono más ligero y poco cómico y ¿qué creen? Lo confieso, terminé leyéndola con MTL porque la traducción en inglés está estancada. No la recomendaría a todo pulmón porque llegó un momento en que volvió bastante aburrida, pero en general estuvo bien, me generó más preguntas que respuestas sobre los omegas varones –jajaja-. Voy a hacer una ficha para compartirles la info y algunos spoilers, ya ustedes verán si la leen. Por ahora les dejo el nombre: “Small and Soft Girl A and Overbearing President Man O”)
OK, eso es todo.
Este capítulo pensaba publicarlo hasta la próxima semana (a más tardar) pero debido a su apoyo decidí hacerlo antes como agradecimiento.
[Aquellos que estuvieron conmigo en la época de ‘Addicted’ recordarán cómo me es super dificilisimo “sujetar” los capítulos hechos. Debo encontrar formas para “soltarlos” y publicarlos antes, ¡como me cae bien consentirlos a todos! -jajaja-].
Saludos y hasta la próxima. ^^!
-editado-: Próximas publicaciones
Cap.3 : 26 de Nov.
Cap.4 : 28 de Nov.
Me está gustando <3 Está chistoso imaginarse la situación, pero también me pareció algo linda. Gracias por tu trabajo!
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