viernes, 21 de enero de 2022

[Exilio] Capítulo 12: El deseo de vivir

Dos días después de que Yasha se fue, la población anunció el cumpleaños del “Príncipe heredero”. Con duración de un día, la enorme celebración también marca el fin de la época más ajetreada del año en la Área protegida.

Pero a diferencia de los años anteriores, la ley marcial no terminó con la llegada del verano. Los rumores dicen que el Señor Cónsul se ha encontrado con algunas dificultades, que los anteriormente reprimidos rebeldes están experimentando un resurgimiento; pero a la mayoría de las personas no les importa. Los rebeldes fueron derrotados hace muchos años. Es menos probable un resurgimiento que incluso los problemas con las pandillas.

De cualquier forma, no tiene nada que ver con 329.

Todo lo que le interesa es Yasha, siempre Yasha. 329 tiene un nuevo comunicador de pulsera que le dio Yasha para que él se tomara fotos usando aquella ropa. No mucho después, la respuesta de Yasha apareció en el comunicador: también fotos, personas en caricaturas con ojos en forma de corazón, e incluso fotografías de ella misma con los fruncidos lanzando besos. Ella dice melosas pero vacías palabras de amor, y anuncia, con frecuencia, lo ocupada que está. La tercera semana después de que se marchó, 329 comienza a sospechar que aquella noche fue solo un sueño, que soñó con ella preguntándole si la amaba.

329 piensa en esa noche con cuidado. Después de una larga vacilación y una repetida consideración, le pregunta a Yasha si él puede hacer lo que quiera con la ropa.

—¡Por supuesto! —responde Yasha—. Como dije, es toda suya.

Ella no dice nada más. Y tampoco vuelve.

A la sexta semana, 329 decide deshacerse del exceso de ropa. La mayoría de las prendas son demasiado elaboradas para usar en la vida diaria. En lugar de hacer que ocupe espacio en la habitación, prefiere intercambiarla por créditos. Conoce un mercado negro cerca; a los comerciantes no les importa de dónde proviene la mercancía o quién negocia por ellos en tanto obtengan las suficientes ganancias

Los créditos de este tipo de transacción son, por supuesto, ilegales y no pueden ser usados para pagar la deuda de un exiliado pero pueden ser usados en otras cosas como comida, renta, medicina… justo ahora, 329 no realiza ningún gasto, lo cual significa que puede ahorrar el dinero. Si no acumulas comida durante la abundancia del otoño, morirás de hambre en el invierno. Sin importar cuánto dure el “otoño”, siempre es mejor prepararse.

Le toma toda una tarde empacar todo y prepararlo. A media noche, 329 sale del dormitorio, cargando consigo la ropa y adentrándose en los sinuosos callejones. Guarda las prendas caras en un burdo y ordinario saco, y camina por los lugares con menos gente a la vista. Su primera transacción es eminentemente exitosa; el comerciante acepta comprar la ropa a una centésima parte del precio original y anuncia que le dará un veinte por ciento extra si 329 le vende el resto.

El mercado negro no está abierto por mucho tiempo; en una noche no hay tiempo suficiente para hacer dos viajes. La segunda transacción se lleva a cabo al día siguiente. Esta también se realiza sin problemas, aunque 329 tiene la vaga sensación de que está siendo observado. En realidad él no ve a nadie pero por precaución decide no continuar haciendo negocios otro día seguido. 329 pasa tres días completos en el dormitorio y solo se aventura a salir de nuevo al cuarto día.

La transacción es realizada sin problemas. De camino al lugar no ve a nadie. Pero mientras vuelve a las tres de la madrugada, su camino es bloqueado.

En el punto más estrecho de la ruta. En serio, no hay nada más que el pequeño espacio entre dos edificios abandonados. 329 lo eligió porque es tan estrecho que no hay espacio para colocar vigilancia. Y precisamente porque es tan estrecho unas cuantas cajas de embalaje son suficientes para obstruir su camino, sin espacio para hacer un rodeo. La última vez que pasó por ahí 329 fue unas cuantas horas antes; si algo hubiera estado en ese momento, no podría haberlo ignorado. ¿Quién movería todas esas pesadas cosas?

329 siente escalofríos.

Empuja las cajas. Estas no se mueven. Él de inmediato se da vuelta, da un par de pasos y entonces se congela. La luz de la luna artificial del Área protegida brilla sobre el callejón sin iluminación, revelando una silueta negra a la altura de la boca del callejón; como las cajas, claramente bloquea el camino de 329.

—¿Hola? —329 se obliga a sonar tranquilo.

Su voz hace eco en el callejón vacío. Este lugar es lo suficientemente remoto que incluso un grito puede no ser suficiente para llamar a alguien.

La silueta no responde, tampoco se aparta. Quienquiera que sea, da un paso al frente permitiendo a 329 ver el arma en su mano.

329 levanta las manos, indicando que no se resistirá. Espera a que el hombre se acerque lentamente, esperando que todo sea un malentendido, esperando que el collar en su cuello disuada al hombre de cualquier decisión imprudente. Los exiliados son propiedad del gobierno. Puedes lastimarlos pero no matarlos; quienquiera que lo haga se convierte también en un exiliado.

La silueta se acerca. El corazón de 329 comienza a hundirse.

El hombre obviamente sabe que 329 es un exiliado. A decir verdad, él lo conoce. Su nombre es Johan. Es un beta, un compañero de trabajo de 329. Unos meses antes, Johan gritó a un invitado que intentó acosar a 329, para entonces recibir con desdén las gracias de 329; unas semanas antes, Johan presenció, con la expresión de alguien que ve a un gusano, como Yasha llevó a 329 a la tienda y entró también al vestidor.

Incluso en ese momento, unas semanas antes, Johan no se veía tan terrible como ahora.

Ahora están lo suficientemente cerca como para poder verse las caras. Johan se ve bastante demacrado, parece una persona completamente distinta al miembro del personal de la tienda de hace unas semanas. Su cabello sobresale desordenado; sus ojos están amoratados e inyectados en sangre, como si o hubiese dormido. Como mínimo, lleva días sin afeitarse. Las manos le tiemblan. Cuando habla, 329 percibe un aliento a alcohol.

—Eres una puta —dice aquel, su voz tiembla.

Lo cual no es un insulto nuevo, incluso si Johan nunca antes se lo había dicho. 329 no abe si debe responder, así que permanece en silencio.

—Lo ví… lo ví. ¡Ella te folló en el vestidor, y tu incluso le besaste! ¡Dejaste que te hiciera eso! ¡Te has rendido ante las élites solo por esa ropa bonita, cielos santo! ¿Solo por comida, por un lugar para vivir, cediste? —dice Johan febrilmente —. Ni siquiera te importa, ¿verdad? ¡Follarías a quien sea en tanto te den cosas, ni siquiera te resistirías!

Saca a relucir que Yasha está manteniéndolo. Menciona distintos asaltos hechos por extraños. 329 está sorprendido que aquel sepa todo esto. Su silencio no satisface a Johan, quien presiona el arma contra el pecho de 329 demandando una respuesta.

¿Qué puede decir él?

¿“Permitir” que otros le traten así? Él nunca ha tenido el privilegio de “permitir”. Yasha viene y se va de acuerdo a su capricho; sus bendiciones don otorgadas y retiradas sin son ni canto. 329 no pide nada, y tampoco puede rechazar nada. Cualquier ciudadano puede atormentar libremente a un exiliados; la resistencia solo acarrea problemas.

—No sirve de nada resistir —intenta explicar 329 pero Johan enfurece.

—¿Eso es todo? ¡Hacer lo que sea más sencillo, ceder a las dificultades! —agita el arma toscamente, su voz está llena de sorprendente desesperación —. ¿Por qué no luchas contra ellos? ¡Has cedido! ¿Por qué no resistes? ¿Por qué?

—Porque no puedo —dice 329 en voz baja.

—¡Pero claro que puedes! ¿Cómo no habrías de poder? Tú eres… eres…

Este sujeto armado comienza a sollozar. Este hombre adulto se cubre el rostro y comienza a llorar. Su extraña reacción desconcierta a 329, y le envía una oleada de miedo punzante por todo el cuerpo. Cuidadosamente da un paso a un lado. Johan levanta la cabeza violentamente y empuja el cañón del arma contra la garganta de 329.

—¡No tienes autorespeto! ¡Un prisionero, un esclavo, una puta! —vocifera Johan histéricamente— ¿Cómo puedes vivir así? ¡Ya no puedo soportarlo más! ¡Si fuera tú, ya me habría suicidado hace mucho tiempo!

Qué extraño. Es 329 quien ha vivido todo esto, y sin embargo, un espectador dice que no puede soportarlo. Sí, su vida es realmente espantosa. Él es un exiliado. No puede tener hijo ni puede ser marcado. Ha perdido gran parte de los recuerdos de su vida. Lucha por vivir en la línea de la pobreza. Y ha caído en las manos de un miembro inescrutable de la élite… si le preguntaran a quema ropa, él mismo no podría decir por qué está tan determinado a vivir. Todo lo que puede decir es que la habilidad de la humanidad para adaptarse es bastante poderosa. Incluso si tienes que vivir en la inmundicia, encontraras una forma de vivir en ella.

La muerte es una liberación; se necesita de más valor para vivir. Pero solo si vive puede ver la luz del sol artificial. Solo si vive puede ver y oír a las aves trinar junto a la ventana. Solo si vive puede acariciar las suaves olas de cabello rojo. Por estas pequeñas y poco importantes cosas, se aferra a las enredaderas del acantilado. Incluso si sangra, no se soltará.

Johan no es 329. 329 quiere vivir.

Johan inhala con fuerza, se limpia la cara y entonces levanta una vez más la cabeza. Esta vez, ya no se ve desesperados, ya no se ve furioso, y esto de alguna manera infunde un miedo más profundo en el corazón de 329. Los músculos faciales de Johan se contraen unas cuantas veces, forzando una horrible sonrisa.

—Te daré libertad —dice.

El arma suena. Al mismo tiempo, 329 cae en cuclillas. La bala le roza el cabello y queda enterrada en una caja de madera. Torpemente, 329 rueda en el piso, evitando un segundo disparo. Johan lanza balas sin moderación, los disparos son ensordecedores en sus oídos. Las palmas y espalda de 329 están cubiertos en sudor. El deseo de vivir le hace agacharse y esquivar los ataques en el estrecho callejón, intenta pasar a Johan y escapar. Las astillas de madera vuelan y se entierra en su piel. Una bala le da contra la pierna. Cae al piso.

329 mira con terror el cañón de la pistola. Intenta gatear. No se puede mover.

—Shh, no tengas miedo —murmura Johan. El resplandor de un mártir destella en su rostro—. Mantendré tu buen nombre hasta la muerte. Te amamos, te…

—¡No! —329 agita la cabeza con violencia—. ¡¡No quiero morir!

—¡Cállate! ¡Cállate! —grita de pronto Johan—. ¡No eres ese tipo de hombre! ¡Te han arruinado! ¡Alguna vez fuiste mi ídolo, alguna vez lideraste en rebelión a la gente de toda la ciudad baja, tu nombre debería quedar impecable! ¡Y mírate ahora! No. Eso no está bien. No eres él. El Comandante está muerto. Cómo te atreves a portar su rostro…

¡Bang!

Primero aparece un hoyo, del tamaño de una uña, en la frente de Johan. Solo entonces llega un bang. El cadáver cae hacia atrás, en el piso, sangre y materia cerebral son derramadas. Una línea de luz divide el aire; la chica pelirroja desciende del cielo. Sin tomarse el tiempo para recuperar el equilibrio, se arroja a los brazos de 329.

El corazón de 329 sigue martilleando. Todo sucedió demasiado rápido. El alivio de esquivar la muerte se mezcla con el terror de haber estado al borde, dejándole temblando por completo. Qué absurdo: las personas que le odian y le ven con desprecio no hacen nada pero una persona que dice amarlo quiso matarle. Qué extraño: la alfa que mató a un hombre, que le salvó en el último minuto, que ha demostrado su poder, está llorando entre sus brazos, temblando, incluso con mayor pánico y desamparo que él.

Después de seis semanas, 329 ve a Yasha una vez más. Sus brazos envolviéndole como un tornillo, como si intentara presionarse contra su cavidad torácica. Sus dientes castañean, su delicada figura tiembla sin parar. Cuando levanta la cabeza, 329 ve un rostro aterrorizado. La joven aristócrata normalmente segura de sí se encuentra mortalmente pálida, sus ojos enrojecidos por el llanto.

Parece necesitar mayor consuelo, incluso protección; esto es suficiente para tranquilizar a 329. Inconscientemente, le acaricia la espalda. El movimiento parece hacerle volver en sí. Yasha ahueca el rostro de 329 con sus manos, sus ojos le recorren de arriba abajo con fiereza, buscando posibles heridas. Entonces descubre la mancha de sangre en la pierna de 329; el rojo de la sangre le hace temblar, como si quemara.

—Un insignificante criminal, qué gracioso... Casi le pierdo, es totalmente mi culpa, soy una tonta, una idiota, una imbécil, estuvo tan cerca, el mismo error —murmura Yasha para sí, sus palabras rápidas y frenéticas, como una pequeña criatura del bosque asustada—. Necesito cuidarle en cada momento del día. No, no puedo dejarle salir. Confíe en mí, todo está bien ahora, no se preocupe. No le perderé una segunda vez. Nadie le lastimará de nuevo. Nadie le arrebatará de mis manos, nunca.

Su agarre es demasiado fuerte, casi doloroso. Sin esperar a que 329 responda, Yasha saca algo y lo apunta hacia él.

Una luz blanca destella frente a él. 329 pierde la conciencia.

*

Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: Selstarry

Comentario personal: Y Yasha sigue desaparecida.
Me causa dolor el pobre 329 dudando.

En cuanto a Johan y la palabra clave “comandante” (de los rebeldes).
¿Ya se habían imaginado algo así? ¿Los tomó por sorpresa?
¿No explica esto un poco el comportamiento de respeto-admiración que tiene Yasha hacia él?
Ok, siguen las interrogantes… ¿Cómo fue atrapado 329? ¿Qué es eso de “una segunda vez”? y al fin de cuentas, ¿donde ha estado Yasha todo este tiempo? ¿por qué tanto misterio?

Eso y más… próximamente~~
¡6 capítulos más y concluirá esta historia!
Espero que la estén disfrutando.

Gracias por sus visitas y hasta la próxima.

P.D.: Próximo cap. el 23 de Enero.

-Editado. Importante-: El pasado 19(?) salió un anuncio de que el sitio chino de novelas en línea, JJWXC, lanzará próximamente un sitio para traducciones en inglés de las novelas de sus autores. Pueden buscar en redes algunas de los lineamientos y detalles al respecto (aquí, aquí y aquí).

Pero lo importante es que debido a ello, muchos traductores (no oficiales, por supuesto) están abandonando proyectos, eliminando sitios, bloqueando el acceso a sus traducciones de forma indefinida o limitando el acceso por medio de password. Por lo visto han sido varios sitios que han hecho esto y... es una pena, ¿cómo se verá afectado en el futuro el acceso libre a buenas traducciones en línea? (Eso me recuerda que no sé si la novela del Venerable está en JJWCX... si es así, no sé si valdrá la pena continuar con el proyecto en español. Por que sí, existe la posibilidad de que en el futuro se expanda el sitio oficial a otros idiomas además del inglés...)

Les dejo un hilo en twitter donde se está haciendo un seguimiento de las traducciones en inglés que están experimentando cambios en su acceso...

1 comentario:

  1. Ohpordios, una de mis suposiciones se ha vuelto realidad... Supongo que no es tan difícil seguir ese hilo, es lo único otro de lo que se habla.
    ¿Sabes qué me sorprendió? Se me quedó grabado sobre todo eso: el deseo de vivir de 329, muy instintivo. Ya sabemos que no tiene memoria, y que por eso no sabe quién fue, así que quizá sus sentimientos de orgullo/autodesprecio no tienen razones de ser, no tiene méritos pero tampoco errores, por eso quiere vivir, porque para él la vida es esencial tal cuál... Eso rompe con las ideas del héroe glorificado vs héroe derrotado. No sé si me doy a enteder, jajaja, creo que ni yo entiendo bien lo que quiero decir... Pero lo sentí, me conmovió de alguna forma. Y me preocupa que va a pasar en los próximos capítulos con él, cuando sepa quién es, me pregunto si su manera de ver la vida cambiará... Jajajajajajajaja. Pero qué cosas tan alucinadas.

    Gracias traductora, te quiero 🤧

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