La mayor parte de las veces es por la noche, a veces al medio día, a veces al amanecer, y otras muy entrada la noche. Algunas veces llega caminando, usando un par de finos zapatos de cuero. Otras veces llega en su motocicleta. Sale con él, le invita a comer y le hace el amor.
Si se deja a un lado una gran cantidad de detalles, casi suena como si estuvieran en una relación.
Con frecuencia corren en la motocicleta por las calles. Yasha incluso le deja conducir de vez en cuando, a pesar de que 329 no tiene una licencia.
—¡Puedo enseñarle! —dice Yasha—. ¡Seguro que aprende rápido!
Lo cual resultó cierto. Aprendió rápido incluso si no es un conductor de altas velocidades. No se atreve a ir arrasando por las calles.
—¡Esta motocicleta tiene las mejores medidas de seguridad! —dice Yasha, instándole a que vaya más rápido.
329 le dice que teme atropellar a alguien. Yasha le dice que no se preocupe, ella se encargará de cualquier cuerpo. Con estas palabras, 329 conduce con mayor precaución. No atropella ni a un solo perro o gato callejero.
Ellos van a un solo restaurante, aquel que tiene un cangrejo bastante bueno. Pero cada vez que van ahí la comida es diferente, cada vez más acorde con su gusto, tan maravilloso que sorprende. A decir verdad, es casi un poco aterrador. Al principio, algunos platillos medianos seguían apareciendo en la mesa; medianos, no desagradables. Aquellos platillos jamás volvieron a aparecer una segunda vez, ni siquiera un platillo similar. 329 piensa que ha mantenido una cara de póquer al comer, sin señales de gusto o disgusto, pero de cualquier forma la comida sigue mejorando. No puede encontrar una sola falla. Y no es solo la comida. El orden y el momento adecuado en el que aparecen los platillos, la distribución de los condimentos, la temperatura de la comida y bebida, incluso el material de las servilletas, todo se vuelve cada vez más satisfactorio, o mejor dicho, más satisfactorio para él.
Si no fuera por el hecho de que la tecnología no se ha desarrollado aún hasta el punto de leer la mente, 329 habría descendido en una amplia gama de fantasías de persecución.
—¿No le gusta? —dice Yasha, quien sagazmente siente su vacilación.
—No, me gusta mucho… —solo logra responder 329.
—¡Eso es maravilloso! ¡Me alegra! —sonríe Yasha.
Ella es una amante muy considerada. O quizás, 329 es su amante favorito. Como mínimo, 329 es uno de sus amantes favoritos. 329 no cree que él sea el único. Yasha siempre llega y se va con prisa, como si tuviera muchas otras personas a las que visitar. Y cada vez que se encuentran, su habilidad sexual y creatividad crece a pasos agigantados. No se podría decir que hace menos de un año esta jovencita era virgen.
A veces hacen el amor en la motocicleta; la montura de metal retumba con las vibraciones, o sube y baja como un caballo salvaje. Esta vez al medio día, Yasha se detiene de pronto a mitad de camino hacia el restaurante. Abajo, las cabezas de los transeúntes se amontonan y avanzan, los vehículos van y vienen. Es aquí que ella baja los pantalones de 329. Sonriendo, le desabrocha la chaqueta y sube la prenda en el interior.
Es una imagen tremendamente indecente: un omega cubierto por una chaqueta abierta, la camiseta enrollada sobre su pecho y con las piernas abiertas, sobrevolando en la cuadra de la concurrida ciudad. Yasha sopla levemente y le lame hasta hacer que las rodillas de este tiemblen. 329 muerde el dobladillo de su camiseta, en parte para prevenir que la ropa se deslice hacia abajo y se manche con fluidos, y en parte para evitar que él mismo emita sonido alguno. El clamor del tránsito continúa. No muy lejos, las cámaras de vigilancia centellean. Se aferra firmemente a la motocicleta; de cualquier forma, cuando se viene, casi se desploma.
—No se caerá, se lo prometo —Yasha ríe.
Su medio de transporte, por supuesto, tiene un excelente mecanismo anti caída y excelentes dispositivos que pueden ocultar por completo al vehículo suspendido en el aire. A decir verdad, este episodio de sexo oral en un espacio abierto-al-público no puede ser visto por nadie. Sin embargo, no así como se siete. Desde la perspectiva de 329, mirando hacia afuera, no hay nada a su alrededor para esconderse. Uno de los transeúntes más altos puede levantar una mano y tocar la parte inferior del vehículo. La conversación de las personas es claramente audibles; quizás un solo gemido ahogado en el aire puede ser suficiente para atraer una mirada con extrañeza. Es mediodía en un tumultuoso distrito. Todo el mundo está ocupado en sus propios asuntos; incluso un exiliado podría fingir temporalmente ser simplemente otro transeúnte ocupado entre la multitud.
Después de que él se viene, Yasha se limpia. Parece haberlo hecho por capricho, sin intención de terminar todo aquí. Van al restaurante como de costumbre. La mano de 329 se encuentra inestable sosteniendo el tenedor, probablemente se deba a que antes se sintió muy herido. Aún percibe las secuelas de aquel exceso de ansiedad; todo es tan insípido como la cera , y el tiene que obligarse a comer hasta quedar lleno. Se obliga a responder a la conversación de Yasha, pero de cualquier forma ella lo nota y le pregunta, preocupada, si los platillos de hoy no son de su agrado.
—¿Le molestaron mis acciones anteriores? —pregunta Yasha.
Ella no es tan fácil de engañar. 329 solo puede decir que no es ella, es él, es él quien no se siente muy bien. Su respuesta no es del todo mentira. El sexo no fue malo. Es solo que el lugar y el momento le produjeron una inmensa ansiedad. Se seguía diciendo a sí mismo que Yasha no apagaría de repente el dispositivo óptico; si terminaban expuestos a plena luz del día, Yasha tendría más de qué preocuparse con respecto a su propia reputación ya que después de todo es parte de la élite, a comparación de un exiliado sin nombre como él. Pero al mismo tiempo, él está muy consciente de que si ella realmente tuviera la necesidad de exhibirlo, ni siquiera tendría por qué desactivar el mecanismo. Todo lo que tendría que hacer es empujarlo a un lado.
La motocicleta estaba a tan solo unos o tres metros de altura sobre el piso. La caída no le mataría. Él simplemente aparecería de repente a mitad de la calle, su pecho expuesto, su pantalón abajo, su pene sobresaliendo. Es mediodía en un distrito atareado. Nadie se acercaría a lastimarle. Simplemente exclamarían, retrocederían, se burlaría, maldecirían, tomarían fotos. No mucho. Un exiliado debe de estar ya acostumbrado a todo eso. Si 329 tiembla ente tal idea, es simplemente su problema.
Quizás los recuerdos extirpados de 329 contienen algún tipo de terrible incidente pasado, olvidado por él pero no por su cuerpo. Sus extremidades y su cuerpo se sienten como masas de hielo. Si esta fuera su habitación, podría haber ido al baño para vomitar. Pero este lugar es un restaurante clase alta y él no está solo aquí. Así que se queda quieto en su asiento, cortando lentamente su comida y tragándola por su garganta. 329 es muy pragmático; no hay lugar en su vida para elegir y escoger, si hace demasiado alboroto por cosas sin importancia, no será capaz de vivir. Si es un problema con él, Yasha no ha hecho nada mal.
Pero su respuesta no parece satisfacer a Yasha. Ella se disculpa y le dice que no lo volverá a hacer.
—Si no le gusta, puede decírmelo —dice ella, su expresión es sincera. Él no puede decir si Yasha está decepcionada.
—Está bien —miente 329.
Él no se lo dirá, ya sea esta o la siguiente o algunas de esas incontables veces en el futuro. No admitirá su dolor ni pedirá piedad. Yasha no lo sabrá, por lo que no podrá negarse. De tal forma que todo el dolor que ella le brinde será sin intención, no será deliberado. Ella seguirá siendo cálida y afectuosa, estará interesada en él e incluso se preocupará por sus sentimientos. Es solo que no sabrá, piensa 329, por supuesto que ella no sabrá, se lo ocultaré. Eso es, una persona tiene que tener algo de capacidad de acción.
Ambos vuelven temprano. Al ver que hoy tienen bastante tiempo, Yasha decide pasar la mayor parte del mismo en la cama. Desviste a 329 y con la lengua forma círculos alrededor de sus aureolas; las trenzas del pelo se frotan contra el mentón de 329, provocándole un poco de comezón. Él gime bajo su cuerpo; ella se mueve constante y rítmicamente en su interior. Antes de eso, Yasha lamió a 329 hasta que este se corrió por segunda vez.
Desde que vio la apariencia de 329 al estar genuinamente excitado, Yasha ha estado entusiasmada por darle placer, así que algunas veces le pone más atención a él que a sí misma. Llamarlo “sin tener en cuenta las dificultades” o “sin expectativas de reciprocidad” suena un poco extraño- Es más bien como mimar a un gato y obtener disfrute de sus ronroneos de satisfacción; pero sigue siendo una prueba de calidez y afecto. Fuera del periodo de celo, toma de una gran cantidad de paciencia y habilidad para hacerle correrse. Algunos alfas están dispuestos a practicar sexo oral en un omega. En comparación con perder mucho tiempo con el juego previo, es mucho más conveniente inyectar una dosis de catalizador para forzar el celo. La substancia daña bastante al cuerpo, pero la parte aterradora es que no es difícil de conseguir. El medicamento que pudo haber comprado con el dinero que ha gastado en las comidas, pudo haberlo enviado a un estado de celo continuo hasta que su cuerpo o mente quedasen destrozados.
Tras el orgasmo, su cuerpo es sumamente sensitivo, un poco como cuando está en celo, aunque no tan abrumador. Los dedos de Yasha son delgados, sus palmas suaves. Sus manos se deslizan a lo largo de su piel, enviando ondas tras ondas de cálidos hormigueos. En cualquier parte que le toca se siente como una corriente eléctrica corriendo por su piel, acogedora y cálida, sorprendentemente placentera. En secreto, 329 piensa que esta sensación es mejor que el orgasmo. Ella no necesita hacerle una mamada. Ella solo necesita tocarle más cuando lo está follando.
—Si se queda embarazado, ¿no sería capaz de succionar leche de aquí —murmura Yasha, elevando la mirada hacia él, tiene el aspecto de inocente y adorable en medio del parloteo obsceno —. Desearía poderla.
—No puedo quedar embarazado —le recuerda 329.
—Lo sé —Yasha levanta la cabeza del pecho de 329 y frota la cabeza contra la barbilla de este—. Está bien, en realidad no quiero eso. Es solo un buen pensamiento, que cargue con mi carne y sangre. Pero no, si da a luz a un hijo entonces tendré que compartirle. Incluso si digo “quiero follarle hasta preñarle”, se trata simplemente de las preferencias en fantasías sexuales provocadas por el instinto reproductivo de un alfa.
—¿Las preferencias en fantasías sexuales provocadas por el instinto reproductivo de un alfa? —repite 329. Se ríe sin querer ante esta muestra de análisis académico durante el sexo.
—¡Es en serio! Es solo que hace mucho que la humanidad ha dejado atrás la época de la justificación instintiva para todo. Pero si es lo que necesita sus “preferencias en fantasías sexuales provocadas por el instinto reproductivo de un omega”, puede pretender que soy tu infante —Yasha le sonríe maliciosamente, baja la cabeza y vuelve a chupar el pezón duro y húmedo, para entonces pronunciar— ¿Mamá?
329 se congela. Su cuerpo se contrae poderosamente y su pene se vuelve a endurecer. Yasha toma aire, baja la mirada y enseguida vuelve a mirar hacia arriba. Él siente su rostro arder.
—Tú… ¿no crees que es extraño? —dice 329 con el rostro encendido.
—Mi madre es una mujer omega. No es que usted se parezca en algo a ella —ríe Yasha.
Se inclina para besar 329 y entonces le rodea el cuello con sus brazos, descansando contra su pecho. La chica es refinada y pequeña; si estuvieran de pie, ella podría colgar de su cuello sin dificultad. El órgano sexual de la alfa está abotonado dentro del cuerpo de 329. Yasha le acaricia con la nariz de un lado a otro, busca una posición cómoda y se acurruca entre sus brazos.
—Realmente te amo —dice mientras le besa ociosamente en el hombro.
El corazón de 329 da un brinco. Él se paraliza, por un momento le da miedo moverse. No hay secuela a sus palabras. Yasha continúa unida a él como pegamento, llena de satisfacción, en nada parece que haya dicho algo importante. Bosteza perezosamente, parece que sus ojos están por cerrarse.
Esta es un alfa recién presentada que se encuentra parada en el límite divisorio de la infancia y la adultez. Se trata solo de la cháchara de un infante, eso es todo, piensa 329. Amo los días soleados, Me súper encanta la sopa de tomate. Realmente te amo. Eso no es nada. Algunas veces las palabras de los niños suenan mejor que la plática en la cama de un alfa. Al menos cuando un niño dice lo que piensa, son tan honestos como les es posible.
Pero eso no dura. No pueden evitarlo. La adolescencia humana es breve, como el rocío de la noche. Cuando ves las gotas de roció brillando bajo el sol naciente, estas ya están por evaporarse. Al final, el rocío de la mañana se convierte en manchas secas de agua. Una niña se convertirá en un alfa. Algún día la adorable y terrible chica entre sus brazos crecerá hasta convertirse en una madura y cruel desconocida.
No es difícil de entender. Pero de cualquier forma, algunas veces, no puedes evitar lamentarlo.
*
Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: Selstarry
Comentario personal: Comparto la ansiedad de 329. Ella puede ser la jovencita más cariñosa y atenta del mundo, pero también ya mostró antes que no le pesa sacar a relucir su sadismo(?) sobre 329 y descubrir más de sus encantadoras y coloridas expresiones…
Y la pregunta es… ¿será 329 el único interés en la vida de Yasha?
¿Habrán más juguetitos-omegas por ahí a los que cuida con igual o menor cariño?
¿De dónde sale ese mejor desempeño sexual cada vez que se vuelven a ver?...
Y al final… ¿las palabras de Yasha serán profundas, reales… o solo un impulso del momento?
¡Chan-chan-chan!
Como sea, este capítulo fue relativamente tranquilo y lo aprecio.
Por sus lecturas/visitas y o comentarios, gracias y hasta el siguiente~~
Ay, ya no puedo con esta ansiedad. Jajaja. No sé qué esperar. Sólo deseo que 329 salga lo más ileso posible. Amén.
ResponderBorrar¡Gracias por el nuevo capítulo! <3
Les soy sincera, la chica asusta un poco, pero a la vez deseo que realmente pueda amar a 329, por quién es ahora, no se porque 329 fue exiliado, pero ahora no se y me da pena. ;(
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